Febrero aún queda lejos, pero el PSG ya tiene reservada una plaza en la siguiente ronda de la Champions. A falta de que llegue la hora de la verdad, su candidatura al trono parece incuestionable. El triunfo ante el Maccabi Haifa (7-2) solo hizo que ratificar el enorme nivel de un Messi que recuerda al de toda la vida. Ágil, atinado e ilusionado, marcó dos goles, dio otro a Neymar, Mbappé firmó otros dos y Carlos Soler puso punto y final a otra exhibición.
El Maccabi Haifa fue la marioneta de un Messi que ha olvidado los demonios de la temporada pasada. Ya no queda ni rastro de aquel futbolista atormentado. Ahora ha vuelto a aflorar su repertorio habitual que hace que todo parezca fácil. Un golpeo sutil con el exterior descorchó una noche de espectáculo: 1-0. Mbappé, también con mimo, aprovechó un rebote en el área para colocar un remate fuera del alcance del guardameta: 2-0.
Faltaba Neymar para completar el puzle. Con los tres a buen nivel, el PSG es un equipo temible. El brasileño agradeció un aclarado de Mbappé para hacer buena una asistencia de Messi: 3-0. Con el triunfo en el zurrón, el cuadro parisino sesteó a ratos. Una falta lateral puso en un aprieto a Donnarumma, blando e inseguro. El italiano, a media salida, dio vida al Maccabi Haifa después del tanto con la testa de Seck, silbado por una entrada anterior a Mbappé: 3-1.
Poco le duró el entusiasmo al equipo de Israel porque Messi volvió a reclamar protagonismo. Es un brujo. Hace creer al resto que todos pueden hacer lo que él. Y eso es imposible. El internacional argentino se inventó un remate desde la frontal para aumentar la distancia: 4-1. El Maccabi Haifa, empeñado en retratar a Donnarumma, apretó el marcador con otro gol de Seck: 4-2. Una anécdota en el contexto de un partido dominado por el tridente parisino.
Tres futbolistas acompañados por un gran Achraf, un carrilero con alma de extremo. El ex del Real Madrid dio con un inspirado Mbappé para que el francés firmara su doblete tras un extraordinario remate a la escuadra. Si ya era una apisonadora el PSG, el Maccabi Haifa se pegó un tiro en el pie con el tanto en propia de Goldberg tras una jugada funambulista de Neymar sobre la cal: 6-2. Más que purista, el PSG es un equipo de la calle.
El recital de Messi se alargó hasta el final. Envió un remate a la madera que le privó de celebrar su tercer tanto, aunque ya está a tan solo doce de igualar el récord de Cristiano Ronaldo en Champions. Todo llegará. Entre tanto, el argentino le dio un pase de lujo a Carlos Soler para que el ex del Valencia se estrenara con la camiseta del PSG. Noche redonda para un equipo esperanzado en Champions. Ante la Juve necesita rubricar su primer puesto.
PSG, 7
Donnarumma; Achraf, Sergio Ramos, Marquinhos (Kimpembe, 79’), Juan Bernat; Fabián Ruiz, Vitinha (Zaïre-Emery, 79’), Renato Sanches (Carlos Soler, 68’); Messi, Neymar, Mbappé (Ekitike, 79’)
Entrenador: Christophe Galtier
Maccabi Haifa, 2
Cohen; Seck, Batubinsika, Goldberg, Cornud (Menahem, 70’); Lavi, Mohamed, Abu Fani (Meir, 70’); Atzili (David, 65’), Chery, Pierrot
Entrenador: Barak Bakhar
Goles: 1-0, Messi (19’), 2-0, Mbappé (32’), 3-0, Neymar (34’), 3-1, Seck (38’), 4-1, Messi (44’), 4-2, Seck (50’), 5-2, Mbappé (64’), 6-2, Goldberg (pp., 67’), 7-2, Carlos Soler (83’)
Árbitro: Felix Zwayer. Amonestó a Seck (25’), Neymar (27’), Sergio Ramos (40’), Chery (47’), Atzili (54’), Lavi (74’)
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