Aún sigue vivo el trágico recuerdo de la eliminación de la Champions la temporada pasada en el Santiago Bernabéu como para jugar con fuego. Pese a que las cosas han cambiado desde entonces, el PSG necesita dar fe de su madurez esta noche contra la Juve para ratificar su primer puesto en la fase de grupos, importante para tener un cruce a priori más fácil en febrero. Si no, aguarda el Benfica, empatado a puntos y ávido por dar la sorpresa.
En la antesala, Christophe Galtier confesó que ha hablado de ese tema con sus futbolistas: “No da igual este partido. Sabemos las consecuencias que puede acarrear acabar como segundo clasificado”, dijo. El entrenador francés, lejos de molestarse por la presión a la que se le somete al PSG, aceptó que el entorno ponga a su equipo entre los favoritos al trono: “Es normal que se diga que tenemos que ganar la Champions. Se han hecho muchos esfuerzos para ellos”, aseguró.
La Juve, mermada por las muchas lesiones que arrastra desde hace tiempo, llega con la necesidad de hacer un buen papel para amarrar al menos la Europa League. Massimiliano Allegri no cuenta con De Sciglio, Danilo -este por sanción-, Bremer, Aké, Paredes, Di María y Chiesa, un contratiempo que obligará al italiano a recurrir a futbolistas jóvenes: “No nos queda otra. Es frustrante no poder estar entre los mejores”, subrayó con resignación.
El Benfica, a hacer sus deberes contra el Maccabi Haifa
Pase lo que pase, el cuadro de Roger Schmidt se lleva premio de esta fase de grupos de la Champions. Se sabe clasificado para la siguiente ronda, pero quiere aún más. Aunque no depende de su resultado, ganar a domicilio al Maccabi Haifa, la cenicienta del grupo, puede ser el primer paso para poner nervioso a un PSG que tiene un partido mucho más comprometido en Turín.