Como era de prever, el PSG pagó cara la carambola que le colocó finalmente en la segunda plaza de su grupo en Champions. El sorteo de los octavos de final le deparó un enfrentamiento contra el todopoderoso Bayern, uno de los históricos de Europa. Una eliminatoria apasionante en la que uno de los dos candidatos al cetro continental se despedirá de forma prematura. La ida se jugará en París. La vuelta, en Múnich.
Tras el sorteo, Luis Campos, asesor deportivo del PSG, reaccionó a ese emparejamiento estrella: “Jugaremos contra un gran club, pero estamos orgullosos de estar aquí. Tenemos que aprovechar la circunstancia para demostrar que somos uno de los mejores equipos del mundo”, dijo el portugués. Oliver Kahn, representante y leyenda del Bayern, también elogió al PSG: “Es un equipo de clase mundial, compensado y con experiencia”, añadió.
A la memoria viene la final que disputaron ambos equipos en Lisboa en 2020, en plena pandemia, en un estadio a puerta cerrada. Aquella fue la noche en la que el PSG estuvo más cerca de coronarse por primera vez en su historia como campeón de la Champions, pero un gol de Coman a la hora de partido en Da Luz frustró el sueño del cuadro parisino, que intentará tomarse la revancha y acceder a los cuartos de final de la competición.
Enfrente tiene a un Bayern que este fin de semana recuperó la primera plaza en liga después de la derrota del sorprendente Union Berlín. A pesar de que empezó la temporada con algunas dudas, el equipo de Nagelsmann asusta en el continente. Choupo Moting, sin duda un futbolista de rango menor, está rindiendo por encima de sus posibilidades, junto a Mané y Sané, dos de los atacantes a tener en cuenta para un PSG que tiene que mejorar atrás.