El PSG reduce a la nada más absoluta al Lille

En un mundo en el que todo pasa tan deprisa, el PSG vive como nadie a esa velocidad. De lo malo a lo bueno apenas hay un suspiro. En concreto ocho segundos son los que necesitó Mbappé para desabrochar a un Lille incapacitado. El del francés fue el segundo tanto más rápido de la historia de la liga, preámbulo de una fiesta del campeón a la que también se sumaron Messi, Neymar por partida doble, Achraf y otros dos más de Kylian (1-7).

A veces ni siquiera hace falta un partido. Con solo un rato el equipo de Christophe Galtier remata a sus rivales y confirma que donde mejor habla es sobre cancha. A los problemas, buena cara. Mbappé se fundió en un abrazo con Neymar tras el 0-1, un tanto fugaz que se fraguó en la pizarra. Messi sacó de centro del campo, combinó con Neymar y lanzó a la carrera a Kylian, que con una sutil vaselina abrió la primera grieta en el Lille.

Después fue un ejercicio de divertimento. En una de sus jugadas de siempre, Messi condujo por el carril central, se asoció con Nuno Mendes y este le devolvió el balón para que el argentino, magistral, lo acariciara a puerta: 0-2. El Lille se asomó sin suerte a Donnarumma, acomplejado por el dominio de un PSG que tiene otro carácter. Se gusta como el de antes, pero ahora también se sacrifica. Tras un robo, Neymar le regaló el 0-3 a un Achraf que cruzó su remate.

El PSG es otro equipo, pero falta ver cómo envejece este comentario. Se nota que en tres meses empieza el Mundial y que la motivación mueve a cualquiera. También a Neymar, que ratificó la goleada tras un disparo en el interior del área, asistido por Messi: 0-4. El brasileño, eficaz, también marcó el 0-5 después del descanso en una jugada en la que Mbappé, con el rabillo del ojo, acertó a ver a su compañero y dejó pasar el balón para que el 10 anotara el 0-5.

Para la anécdota quedó el tanto del Lille: Bamba sorprendió a Donnarumma tras un despiste de la zaga, que le dejó entrar libre al área chica. El PSG ni se inmutó. Igual de entusiasmado, se apuntó otro gol. Dicen que se llevan mal, pero con un balón de por medio son dos genios. Neymar dio con Mbappé para que el francés ajustara a la escuadra: 1-6. El cuadro local fue un juguete roto, ridiculizado por el 1-7 de Mbappé tras otro pase de Neymar. Las paces están hechas.