El Real Madrid comienza la semana con el horizonte más inmediato protagonizado por el París Saint-Germain. El equipo francés, al que se enfrentará este miércoles (21:00 horas / Movistar Liga de Campeones) será la primera gran prueba de la temporada que, sin desmerecer a las anteriores, hará emplearse a fondo a los de Zidane por primera vez en este curso.
Los Cavani, Thiago Silva, o el recién llegado Pablo Sarabia, capitanearán a un PSG huérfano de sus dos grandes estrellas (Neymar y Mbappé) uno sancionado, el brasileño, y otro lesionado, el galo que, sin embargo, serán el primer rival de enjundia para un Real Madrid que no ha empezado la temporada precisamente con la sensación de superioridad.
Por tanto, en este partido se presentan unas espectativas un tanto ambiguas para el conjunto merengue. Por una lado está la posibilidad de que, con una victoria, se despejen algunas dudas y se refuercen otras certezas pero, por el otro, empezar la Champions League con una derrota avivaría los debates siempre presentes en la órbita blanca. Incluso con un empate el Madrid no se llegaría a confirmar.
Por ello, el partido ante el PSG se presenta como una oportunidad para los de Zidane para, después de un verano de fracasos y un arranque dubitativo, la afición vuelva a concienciarse de que este equipo, ya con los fichajes adaptados, es candidato a todo. Algo que se ha buscado durante el verano en los despachos mediante una inversión de 305 millones y que, de momento, está por demostrar.
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