El pueblo de España con más bienes patrimoniales del mundo según la UNESCO

Conseguir que un lugar o monumento se convierta en Patrimonio de la Humanidad no es fácil, se requiere un largo proceso y, en primer lugar, que ese protagonista en cuestión sea digno merecedor de tal distinción. Te contamos la historia del pueblo español con más bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por habitante, un lugar que hay que visitar sí o sí al menos una vez en la vida y que te enamorará en cuanto pongas un pie en él.

Durro, el pueblo español con más bienes Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO

Se trata de Durro, un pequeño pueblo catalán que se encuentra en la provincia de Lérida y que tiene el récord de ser el pueblo con mayor número de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por habitante, todo un logro que es muy difícil que se pueda igualar o superar. Ojo, es importante destacar que se trata de bienes por habitante, no de bienes en general, ya que en general hay otras localidades que tienen más.

Durro es una localidad que tiene únicamente 87 habitantes, y dos Patrimonios de la Humanidad, lo que hace que tenga una declaración de la UNESCO por cada 44 habitantes, todo un récord. Las distinciones en cuestión son la iglesia de la Natividad y la ermita de Sant Quirc, testigos del paso de la Edad Media y la gran huella que esa época dejó en el lugar. Ambas edificaciones destacan por su monumentalidad y forman parte de las iglesias románicas de la Vall de Boí, lo que es un conjunto único en el mundo que está formado por hasta nueve templos de los siglos XII y XIII.

La iglesia de la Natividad, construida en el siglo XIII y emplazada en el centro del pueblo, es una maravilla arquitectónica con campanario, portada esculpida, pórtico, sacristía barroca y dos capillas góticas, entre otros atractivos. En las montañas se encuentra la ermita de Sant Quirc, del siglo XII y reducidas dimensiones, con una gran huella románica en su interior.

Las fiestas de Durro

Un buen momento para visitar Durro y ver mucho más que sus Patrimonios de la Humanidad es la primera semana de junio, momento en el que se celebran sus fiestas patronales de forma muy peculiar. Conocidas como fallas de Durro, el fuego es el principal elemento que se utiliza en ellas, con un simbolismo purificador muy importante para sus habitantes y que lo será también para sus visitantes. Es una fiesta que tradicionalmente se celebraba para dar las gracias por las buenas cosechas recibidas.


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