El pueblo más antiguo de España que debes visitar una vez en la vida

En España hay miles de rincones mágicos que todo el mundo debería visitar, al menos, una vez en la vida. Si este otoño te apetece hacer una escapada y no sabes qué destino escoger, en la provincia de Palencia se encuentra el pueblo más antiguo de España. Así lo ha reconocido el Congreso, ya que su carta puebla fue la primera que se concedió en España, en el año 824.

Se trata de Brañosera, un pequeño municipio situado en el noreste de la provincia de Palencia, en la Comunidad de Castilla y León. Con un población de 240 habitantes y situado a 1.220 metros de altitud, el entorno natural es espectacular, con las Sierras de la Braña y la Cebollera como principales protagonistas.

¿Qué ver en Brañosera?

Si de algo puede presumir Brañosera es de tener una gran riqueza histórica, arquitectónica y patrimonial. La Iglesia de Santa Eulalia fue construida con sillería de arenisca rojiza. Actualmente, apenas se conservan algunos restos románicos porque fue volada en el año 1934.

Especial interés merece el Cementerio de Brañosera, donde se encuentra la lápida de consagración que prueba su construcción románica en la primera mitad del siglo XII. Otros monumentos importantes son la Iglesia de Valberzoso y la Iglesia de Salcedillo.

En la antigüedad, la minería del carbón fue la principal actividad económica del pueblo más antiguo de España. Por este motivo, uno de los mejores planes que hacer en Brañosera es pasear por la pedanía de Vallejo de Orbó, la cual nació para acoger a los mineros.

Vivió su mayor época de esplendor a principios del siglo XX, y llegó a tener 15 edificios: escuela, capilla, sanatorio, farmacia, economato, viviendas… Aquí se abrió el primer cine de la provincia de Palencia, en el año 1912.

Más allá del patrimonio civil y religioso, merece la pena conocer el entorno natural de la localidad. Brañosera se encuentra en el Parque Natural de Fuente de Cobre, y varias rutas de senderismo para conocer de primera mano los encantos de la zona.

Una de las más bonitas es la ruta que lleva hasta el Pico de Valdecebollas. Tiene una longitud de 10,5 kilómetros (ida y vuelta), y el recorrido es muy sencillo, sin ningún tipo de dificultad técnica. Desde Brañosera hay que dirigirse al refugio alpino de Golobar, el cual se encuentra en ruinas, y aquí comienza la ascensión.

Como puedes comprobar, motivos no faltan para visitar el pueblo más antiguo de España. ¡Es un destino fantástico para una escapada otoñal!


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