El pueblo medieval sacado de un cuento que merece una visita de fin de semana

Ya está aquí el fin de semana, y, si te apetece hacer una escapada con tu familia o amigos, hay un pueblo medieval en la Costa Azul francesa que te enamorará. Se encuentra entre Niza y Mónaco y está construido sobre un acantilado, a 430 metros sobre el nivel del mar. Un pueblo que parece sacado de un cuento y que se quedará grabado en tu memoria para siempre.

Se trata de Eze, y lo mejor que puedes hacer en él es perderte sin rumbo por sus rincones, calles y plazas. A pesar del paseo del tiempo, no ha perdido ni un ápice de su encanto medieval, así que visitarlo es como hacer un viaje en el tiempo a varios siglos atrás.

¿Qué ver en Eze?

Hay vuelos directos desde Barcelona y Madrid a Niza. Eze se encuentra a media hora en coche de la ciudad francesa, así que llegar hasta el pueblo que parece sacado de un cuento es muy sencillo.

Para acceder al casco histórico de Eze debes atravesar una doble puerta fortificada del siglo XIV. En la Plaza de la Iglesia se encuentra una Parroquia del siglo XVIII, muy fácil de identificar por la fachada de color oro y ocre. Puedes visitar el interior de forma gratuita.

La Capilla de los Penitentes Blancos es una de las visitas más importantes en Eze. Aunque la fachada no llama demasiado la atención, el interior es impresionante y alberga obras de gran valor histórico. Su origen data de principios del siglo XVI.

El hotel Château» de la Chèvre d’Or fue antiguamente la residencia del Príncipe Guillermo de Suecia. En la actualidad, es un hotel de lujo.

Otro lugar de interés es el Jardín Exótico, con un buen número de especies de plantas, entre ellas 2.000 tipos de cactus, y varias esculturas del famoso escultor Jean Philippe Richard. Además, el Jardín Exótico ofrece unas vistas increíbles del mar Mediterráneo.

La visita a la Fábrica de jabones Galimard & Fábrica de perfumes Fragonard es un plan 100% recomendable. Una gran oportunidad para conocer de primera mano los secretos de la fabricación de cosméticos y perfumes. Hay una visita guiada gratuita, y de vez en cuando se organizan talleres para crear aromas y hacer perfumes propios.

La ruta de senderismo Friedrich Nietzsche es una de las más famosas de la Costa Azul francesa. El nivel de dificultad es medio, ya que el camino es pedregoso. La leyenda cuenta que Nietzsche compuso aquí la última parte de su obra ‘Así habló Zaratustra’.


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