El Rayo
Vallecano puso fin a su concentración de una semana en la localidad malagueña de Marbella, en la que disputaron dos partidos contra el Al-Shabab y Espanyol y de la que regresan esperando refuerzos y con “buenas
sensaciones por el trabajo realizado”, según dijo su técnico, Andoni Iraola.
Con solo un fichaje, el lateral derecho albano Iván
Balliu, y a la espera de refuerzos, el Rayo ha pasado la semana en Marbella realizando jornadas de entrenamiento en doble sesión y poniendo a prueba su puesta a punto de cara al inicio liguero disputando dos amistosos.
En el primero, frente al Al-Shabab saudí (2-2), el Rayo empató con dos goles de Andrés Martín, que está intentando reivindicarse como delantero mientras se concreta la llegada de dos arietes que refuercen el ataque.
En el segundo, contra el Espanyol (2-0), también recién ascendido a Primera, el Rayo ganó con dos tantos de Álvaro García y el franco-marroquí Yacine Qasmi.
En la concentración estuvo el centrocampista Mario Suárez, ya recuperado tras dar positivo en coronavirus al inicio de la pretemporada.
Por contra, no estuvieron el portero Miguel Ángel Morro, que está pendiente de cerrar su cesión a algún equipo de Segunda o de la Primera RFEF, y el lateral derecho peruano Luis Advíncula, que viajó hace unos días a Argentina para concretar su traspaso a Boca Juniors.
“Estoy muy contento porque hemos acumulado un trabajo que nos va a venir muy bien de cara al futuro. Es verdad que no teníamos muchas posibilidades de cambios y a alguno le ha tocado jugar de más, pero como el bloque viene de la pasada temporada es más fácil trabajar conceptos con ellos. Ahora hay que seguir trabajando, que aún nos queda”, dijo Iraola, en declaraciones difundidas por el club.
El Rayo tendrá un par de días de descanso y el martes regresará a los entrenamientos. El siguiente partido amistoso será frente al Getafe, a puerta cerrada, el sábado 31 de julio.
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