El Real Madrid no hará ningún tipo de celebraciones si esta noche logra en Tanger su quinto mundial de clubes al imponerse al Al Hilal de Arabia Saudí. Nada más finalizar el partido, y una vez levanten el trofeo de campeón, se subirán a un avión para regresar a la capital de España donde tiene previsto aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez en torno a la una de la madrugada.
Pero ni mañana, ni tampoco el lunes, está previsto un acto para festejar el que sería el primer título del equipo blanco en este año 2023 y el segundo en esta temporada, tras la consecución de la Supercopa de Europa.
Esto se explica en el apretado calendario que le espera al Real Madrid en las próximas semanas, y donde no va a tener apenas tiempo para descansar. Empezando por este miércoles donde jugará ante el Elche en el Santiago Bernabéu el encuentro aplazado precisamente por el Mundial de Clubes. Será el sábado cuando tenga que viajar a Pamplona para enfrentarse al Osasuna; apenas tres días antes de su regreso a la Liga de Campeones.
El martes 21 arranca la andadura del vigente campeón de la competición y en una eliminatoria nada fácil. Enfrente está el Liverpool, el otro finalista de esta última edición, y que está atravesando su peor momento con Jurgen Klopp en el banquillo. El estreno en Champions es en Anfield.
Pero es que apenas cuatro días después tiene un nuevo derbi liguero en el Santiago Bernabéu. Como aperitivo al “clásico” ante el Barsa correspondiente a la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Será el 2 de marzo en el Santiago Bernabéu. Un calendario infernal y que explica que el Real Madrid no se haya planteado festejar este Mundial de Clubes. Por delante tienen un mes que puede ser crucial en Liga, Champions y Copa del Rey