Jugadores y técnicos del Real Unión deberán permanecer 10 días confinados después de que la ronda de 26 PCR a la que se sometieron este lunes arrojara un segundo caso positivo en Covid. Tanto el futbolista del filial que obtuvo el primer positivo el sábado, como el nuevo afectado se encuentran en buen estado y sin síntomas. Sin embargo, este segundo caso sí ha mantenido un contacto estrecho con el resto del vestuario, por lo que obliga al aislamiento de todo el equipo siguiendo el protocolo establecido por las autoridades.
El club estaba a la espera de conocer los resultados para, en caso de que fuesen negativos, ponerse manos a la obra y regresar a los entrenamientos esta misma tarde. Sin embargo, el nuevo positivo supone un cambio radical de planes en este accidentado inicio de curso para el conjunto txuribeltz, que tendrá que esperar, si todo sale bien, al menos una jornada más para estrenarse en la competición. El encuentro de la segunda jornada ante el Leioa, que debía disputarse el próximo domingo, queda aplazado.
Todo después de que el debut liguero del conjunto de Aitor
Zulaika, previsto para el pasado domingo en Gal ante el Alavés B, tuviese que ser suspendido como medida de precaución. El club irundarra alertó a la Federación del positivo de uno de los futbolistas de su filial, que el sábado se había entrenado con el primer equipo.
El jugador había trabajado con mascarilla y utilizando un vestuario al margen del resto del equipo, ya que se encontraba a la espera del resultado de un PCR al que se había sometido por precaución después de conocer el positivo de un contacto de un contacto suyo. Las alarmas se encendieron cuando el resultado de la prueba fue positivo, lo que desencadenó que, el Juez de Competición decidiese, en la misma mañana del domingo, que no se jugase el partido.
La plantilla deberá someterse a una segunda ronda de pruebas cuando concluya la cuarentena antes de poder volver al trabajo y a la competición.
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