Febero de 2022 fue un mes negro para Laura Gil. La pívot (Murcia, 1992) se rompió el tendón de Aquiles vistiendo los colores de Valencia Basket en un partido que enfrentaba a las ‘taronja’ con el IDK Euskotren. Tras estar diez meses apartada de las pistas, la murciana encontró en Landes (Francia) el lugar idóneo para volver a sentirse baloncestista.
En el país galo, donde vivió los últimos partidos de la mítica base Céline Dumerc (que anunció su retirada en mayo a sus 40 años), Laura Gil volvió a ser Laura Gil. Así que, tras unos meses en marcha, la murciana tenía las pilas más que cargadas cuando le llegó la llamada de la selección. El de Israel y Eslovenia ha sido el sexto Eurobasket para una atleta que ya ha saboreado el oro en más de una ocasión (2019, 2017 y 2013) y que completaba su palmarés europeo con un bronce (2015). Cuatro medallas que el domingo se convirtieron en cinco con la plata conseguida ante Bélgica.
Tras una larga travesía por el sendero de la recuperación del tendón de Aquiles, los seis partidos que Gil ha disputado en este Eurobasket han sido un renacer. Pese a contar con 146 internacionalidades, la pívot nunca antes había sido tan protagonista en la selección. En este torneo se ha consolidado como una de las piezas fundamentales del éxito del equipo de Miguel Méndez, siendo la jugadora más valorada del equipo (15,7 de media) con un promedio de 10 puntos y 6,8 rebotes por partido.
A lo largo del torneo, la selección ha ido de menos a más, forjando a través de la defensa y del colectivo una unión que les valió competir hasta el final ante Bélgica, que finalmente se llevó el oro. “Ahora mismo duele… Pero es el premio a todo el trabajo. Individual mío, después de la lesión, y también del equipo. Hemos sido un equipo con todas las letras. Con el tiempo será una medalla que nos dará mucho orgullo. Pero ahora, estoy un poco jodida”, indicaba tras la final.
Y quién le iba a decir a la murciana que, tras tantos meses de sufrimiento, al fin llegaría la recompensa: “Ahora leía un mensaje en el vestuario y me recordaban que cuando me lesioné pregunté si sería capaz de volver a jugar a baloncesto y aquí estoy. He podido ayudar al equipo a llegar hasta aquí y es un premio. Me he rodeado de los mejores profesionales y desde que me lesioné no he tenido descanso. Sigo con mi plan para estar bien físicamente”.
Salió cruz en la final. España tiñe de plata la undécima medalla de su historia, un metal que encarna el renacer de un equipo que ha cumplido con los objetivos y que ha demostrado que el gen competitivo que caracteriza el ADN de la selección no tiene fecha de caducidad. “Se han ido cumpliendo muchos objetivos, tener el billete para el Preolímpico tras un verano sin competición. Somos un equipo que nos gusta jugar finales y ganarlas. Ha tocado cruz, pero hay que estar muy orgullosas. La selección siempre ha respondido y así va a seguir siendo”, concluía.
Supera a Pau Gasol contando las formativas
La baloncestista con más medallas
La murciana Laura Gil Collado, baloncestista con más medallas internacionales conseguidas con España, amplía su distancia en esa clasificación en la que ahora, con la plata lograda en el Campeonato de Europa disputado en Israel y Eslovenia, suma 17, que son dos más de las que tiene Pau Gasol, aunque éste obtuvo más a nivel absoluto (11 frente a ocho). Gil conquistó su quinta medalla continental con España y la octava incluyendo también Mundiales y Juegos Olímpicos. Y tiene nueve más en categorías formativas entre los años 2007 y 2012 entre Europeos y Mundiales