El Rennes aviva la primera crisis del PSG

El PSG no pinta bien. No es un diagnóstico definitivo pero es otro equipo tras el Mundial. Frente al Rennes firmó otra derrota más, la segunda consecutiva a domicilio (1-0), que genera preocupación dentro y fuera del vestuario. Un tanto de Traoré difuminó al campeón en la noche en la que reapareció el tridente en el segundo tiempo. Mbappé, suplente, no cambió las cosas y las dudas se multiplican a un mes de que vuelva la ansiada Champions.

Se le atragantó el encuentro al PSG, incapaz de descifrar al Rennes. El plan inicial, tan táctico, no dejó espacio para la improvisación. Ni siquiera hubo un destello de Messi, acorralado entre rivales. Christophe Galtier replicó el sistema de Génésio y jugó con tres centrales, bien protegido ante las carreras de un Kalimuendo que puso a prueba en una ocasión a Donnarumma, concentrado en los momentos en los que tuvo que aparecer.

El choque, incómodo para el PSG, no tuvo un solo giro de guion hasta el descanso. Messi no pudo y Neymar pasó de puntillas, también discreto. Las buenas intenciones iniciales no tuvieron continuidad sobre la cancha. Ante un equipo replegado, la lentitud en la circulación del campeón francés no ayudó. El segundo tiempo empezó con un monólogo parisino, pero un monólogo aburrido. Aunque ingresó Mbappé, al PSG se le puso todo en contra.

El francés estimula, pero esta vez su entrada coincidió con el gol del Rennes. Truffert quebró en seco a Achraf, que salió al terreno de juego con Kylian, y Traoré cruzó con acierto ante Donnarumma: 1-0. Preocupa cómo ha empezado el PSG este 2023, resacoso después de la pausa por el Mundial. No se sabe aún si se trata de algo transitorio o no, pero el cortocircuito es total en comparación a lo que se vio en el primer tramo de la temporada.

El PSG no ha podido reconectarse y la liga vuelve a estar más abierta que nunca. El Rennes se parapetó atrás, empujado hacia su propio arquero en el tramo final. El equipo de Christophe Galtier, otra vez tarde, reaccionó sin suerte. Otra derrota ante un rival de clase media que provoca que se enciendan las luces de alarma en el club. A un mes para la eliminatoria de Champions contra el Bayern, el PSG es un mar de dudas. No pinta bien.