Se acabó ver a Victor Wembanyama. Por lo menos, hasta octubre. Con su renuncia al Mundial confirmada, el francés da por acabada su participación en la Summer League “al 100%” según desveló Mike Finger en el San Antonio Express-News. Tras sólo dos partidos, el número 1 del draft ya dejó caer tras su exhibición de 27 puntos, 12 rebotes y 3 tapones contra los Portland Trail Blazers que no jugaría más en la liga del verano para prepararse para su primera temporada en la NBA.
Como apunta Finger, el plan inicial de los Spurs era que jugara dos partidos para que probara la NBA y ya. Y, a decir verdad, no le ha podido salir mejor dicho plan a la organización de Texas, que como apunta también el especialista del diario de San Antonio ya han visto todo lo que tenían que ver. Y es que en estos apenas dos choques ‘Wemby’ ha aprendido varias y valiosas lecciones tanto dentro como fuera de la cancha.
La primera, que los mismos que se han rendido hasta ahora a sus pies, sobre todo fans y muchos medios, se lo van a pedir todo ya, inmediatamente, sin atender a su inexperiencia o lo tierno que está todavía su cuerpo.
A la misma frenética velocidad que gira este mundo dominado por la cultura del inmediato ‘highlight’, como un producto más de usar y tirar, las empalagosas alabanzas se tornan pronto en devastadoras críticas como las que le cayeron tras su correcto debut sin más, dejando huella en todas las facetas del juego con 9 puntos, 8 rebotes, 5 tapones y 3 asistencias pero con un paupérrimo 2/13 en lanzamientos contra los Charlotte Hornets de James Nnaji.
El bajón se acentuó cuando el propio ‘Wemby’ admitió la fatiga y su desconcierto, tanto para llegar a firmar que “no sabía donde estaba”.
Pero el mejor prospecto desde LeBron, aunque sea sólo haya sido en la Summer League, ha podido comprobar lo cierto del “Never too high, never too low” de la NBA, cómo, igual que todo buen momento pasa rápido, los malos también y por eso no hay que deprimirse. Un rápido aprendizaje del lema para, junto a su serena y morbosa personalidad ante la presión, silenciar a sus críticos con 27 puntos -9/14 en TC y 2/4 en triples-, 12 rebotes y 3 tapones ante los Portland Trail Blazers de Ibou Badji, destapándose el ‘Wemby’ efectivo y polifacético en su totalidad.
Y de la misma manera que el pívot ha entendido todavía más que debe trabajar en su cuerpo para ganar no sólo músculo -apenas 95 kilos con sus 2,26-, sino más fondo, también ha podido llegar a la conclusión de que con su exuberante físico, tal y como es ahora, puede sacar mucha ventaja, intimidante taponador en cualquier rincón de la pista sin saltar, como tampoco muchas veces no necesita despegarse del suelo para machacar el aro o coger rebotes. Y que su sola presencia de entrada va a distorsionar las defensas de muchos equipos por cómo incomoda a los pívots rivales con su movilidad y omnipresencia.
Sin embargo, la efímera experiencia de la Summer League le ha enseñado también que fuera de la pista está expuesto a problemas por el simple hecho de existir con la polémica de Britney Spears aunque al principio no se creyera que esa inocente y entusiasta fan que tuvo problemas con su seguridad fuera ella. Cuando la artista estadounidense eclosionaba entre finales de los noventa y principios de los 2000 con éxitos como ‘Baby One More Time’ o ‘Oops!… I Did It Again’, al francés le quedaban aún algunos años por nacer (2004).
Lecciones de vida antes de unos próximos tres meses a los que Victor Wembanyama otorga también una importancia vital. “El último mes ni el 50% de mi calendario ha sido baloncesto, yo sólo quiero jugar, entrenar en el gimnasio, esta es mi vida. Como no voy a jugar el Mundial, tengo 2-3 meses por delante que van a cambiar mi vida. Sinceramente, voy a desaparecer de los medios los próximos meses probablemente”, aseguró un ‘Wemby’ que quiere aislarse del ruido mediático que le ha estado agasajando el último año, y, en especial, el último mes.
“Voy a desaparecer de los medios”
Así es como el Victor osado y despreocupado de paso al prudente, consciente de la complejidad de la NBA, después de 12 meses en los que no ha parado entre los dos partidos de octubre ante los Ignite de la G-League que le catapultaron definitivamente al estrellato en Estados Unidos sin haber aterrizado aún, los 34 partidos más los playoffs hasta la final de la liga francesa que perdió con los Metropolitans 92 y el draft.
Con la ineludible cita de gala de los Juegos Olímpicos de París 2024, parecía una locura también apuntarse al Mundial. Ni más Summer League, ni Mundial, ni tampoco medios. Empieza el particular retiro baloncestístico y espiritual de Victor Wembanyama.