Es uno de los clásicos de LaLiga. Dos históricos, frente a frente. Real y Atlético dirimen este martes en Anoeta un duelo cuyos precedentes más recientes tienen un sabor dulce para los intereses realistas. La pasada temporada, los enfrentamientos contra los colchoneros coincidieron con dos hitos: el estreno del nuevo estadio con sus mejores galas y la clasificación europea.
El 14 de septiembre del año pasado, la Real abría el telón de una nueva era. Era la inauguración del estadio de Anoeta como lo conocemos hoy, sin pistas y con sus fondos a pleno rendimiento. Una jornada inolvidable que, además, vino acompañada de victoria. De un partidazo en el que la Real desarboló al Atlético para disparar la ilusión. Martin
Odegaard, con un zurdazo cruzado, tuvo el honor de abrir el marcador del nuevo campo y Nacho
Monreal rubricó el 2-0 para los de Imanol
Alguacil.
Diez meses después, en pleno postconfinamiento, la Real llegó al Wanda con Europa en juego. La tarde amenazaba con torcerse, con dejar al equipo sin premio después de toda una temporada pujando por Europa, cuando Januzaj marcó la falta que dio el billete continental a los txuri urdin.
Los dos precedentes más cercanos invitan al optimismo aunque abriendo un poco la perspectiva, la tarjeta de enfrentamientos directos favorece a los rojiblancos. En total, desde el regreso txuri urdin a Primera en 2010, el balance es de 5 victorias, un empate y 13 derrotas realistas.
A la Real le costó seis envites celebrar una victoria contra el Atlético desde su vuelta a la elite. Lo hizo, eso sí, por todo lo alto. Fue en el Calderón, con Philippe
Montanier al mando y un tanto de Xabi
Prieto en el 53’. A falta de 11 jornadas para finalizar la Liga 12/13, la Real daba un golpe en la mesa y se situaba quinta, empatada con el Málaga en la pelea por la Champions. El tanto de Griezmann en Riazor redondearía la gesta.
Santana, reto y victoria
Otro de los duelos recientes con mejor recuerdo para los intereses realistas fue el del 9 de noviembre de 2014. Tras la destitución de Jagoba
Arrasate, Asier
Santana asumió el reto de dirigir a la Real en su encuentro ante el Atlético antes de que David
Moyes desembarcara en Anoeta. Lo hizo con un éxito rotundo y con un ayudante de lujo: Imanol
Alguacil.
Los rojiblancos se adelantaron con un tanto de Mario
Mandzukic a los 9 minutos, pero la reacción txuri urdin fue contundente. Vela empató cinco minutos después y la Real, con el cuchillo entre los dientes, bordó una actuación brillante que remató, en el 83’, Imanol
Agirretxe. El usurbildarra voló para ajustar al palo un remate de cabeza ante el que nada pudo hacer Miguel
Ángel
Moyá.
El 2-0 con Eusebio de noviembre de 2016 o la goleada por 3-0, con Imanol al timón, de abril de 2018 se unen a una lista de buenos presagios en la que brilla con luz propia la Copa de 1987 en La Romareda. Un duelo clásico en el que la Real buscará recuperar la senda de la victoria.
El dolor que lo eclipsa todo
Los duelos entre Real y Atlético dejan un título en las virtinas txuri urdin. La Copa de 1987 en La Romareda quedará como una de las páginas doradas de la historia del club. Pudo unirse el encuentro el choque de la última jornada de la 02/03. La Real recibió al Atlético con opciones de ser campeona de Liga y le ganó 3-0, pero el Real Madrid no falló y se llevó el título.
Sin embargo, cualquier precedente queda eclipsado por el dolor de aquel maldita 8 de diciembre de 1998, en el que Aitor Zabaleta fue asesinado en las inmediaciones del Calderón.
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