El Red Bull Salzburgo llegará a la última jornada del grupo E dependiendo de sí mismo para lograr el pase a los octavos de final de la Champions League. El conjunto austríaco hizo los deberes este miércoles al imponerse al Genk en Bélgica (0-3) y recibirá el próximo el 10 de diciembre al Liverpool en un encuentro en el que, dependiendo del resultado, podría llegar a apear de esta Champions al vigente campeón.
Frente a un Genk ya sin opciones de seguir en la máxima competición continental y con el único aliciente de luchar por arrebatarle el tercer puesto y por ende el derecho a ‘caer’ a la Europa League, el Salzburgo fue superior de principio a fin.
Haaland, el delantero de moda, se quedó en el banquillo de inicio, pero el surcoreano Hee Chan Hwang y el zambiano Patson Daka se bastaron y se sobraron para pasar por encima de Sander Berge, Ianis Hagi y compañía.
El primer tanto, no obstante, se hizo esperar. Llegó en el 43’, al remachar a la red el propio Daka un defectuoso despeje de Goucke. Y sin que el cuadro belga tuviese tiempo para asimilar el golpe sufrido llegó el 0-2, con Minamino protagonizando un disparo cruzado para doblar la ventaja justo al filo del descanso.
En la reanudación, el Genk dio serias muestras de bajar los brazos, y la sentencia definitiva aconteció en el 69’, con Hwang como goleador asistido por un Haaland que había entrado minutos antes.
Solo faltaba entonces el gol del honor belga, logrado por Samatta en el 85’ y el tanto de un Haaland que cerró la goleada con el que es su octavo gol en esta Champions.
Tras este triunfo, el Salzburgo recibirá al Liverpool sabiendo que cualquier triunfo (salvo los improbables 5-4, 6-5, 7-6, etc…) les clasifica para los octavos de final a tenor de que empataría a puntos con los ‘red’ y en Anfield la cosa acabó 4-3. No promete ser fácil, pero es una posibilidad que hace que el Liverpool, cuanto menos, esté preocupado de cara a esa última jornada.
El tercero en discordia es el Nápoles, que llega a la misma con un punto menos que los de Klopp y dos más que el Salzburgo, pero recibe a un Genk que ya no se juega absolutamente nada en términos clasificatorios.
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