El Banco Santander ha propuesto este jueves a los sindicatos que los empleados puedan acogerse a prejubilaciones a partir de los 55 años en el marco de la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que prepara. La entidad prevé eliminar 5.072 puestos de trabajo, mediante unas 4.000 prejubilaciones y 1.000 recolocaciones, según los sindicatos, que califican estas cifras de “inadmisibles” y exigen reducirlas. También quieren rebajar los 900 cierres de oficinas previstos antes de hablar de las condiciones económicas concretas que les ha presentado el banco.
Los sindicatos, que volverán a reunirse con el banco el próximo 1 de diciembre, creen que el ajuste propuesto es desproporcionado y las condiciones “totalmente insuficientes para cubrir este expediente con voluntariedad real”. Los representantes de los trabajadores, con Comisiones Obreras (CC OO) a la cabeza como sindicato mayoritario, afirman que si el Santander tiene poco presupuesto para pagar a los que quiere echar, “lo que debe hacer es rebajar el número de bajas de este ERE”, indican en CC OO.
Según la propuesta del entidad, los empleados que se acojan a la prejubilación tendrían que llevar al menos 15 años en el banco. Por tramos de edad, de menor a mayor, los de 55 a 57 años cobrarían el 65% del salario pensionable (con descuento del importe de desempleo durante dos años) y un convenio especial hasta los 63 años, con una revalorización máxima del 1%. Los empleados entre 58 y 61 años percibirían el 70% del salario pensionable (con descuento del importe de desempleo durante dos años) más el mismo convenio especial hasta los 63 años.
Los menores de 55 años también pueden salir
A los mayores de 62 años la entidad les ofrece 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades. Asimismo, los mayores de 55 que no lleguen a la antigüedad mínima requerida de 15 años cobrarían 30 días de salario pensionable con un tope de 20 mensualidades, más primas de voluntariedad, antigüedad y un convenio especial con revalorización máxima del 1% hasta los 63 años. A los menores de 55 años les ofrecen bajas incentivadas de 30 días de salario pensionable, con un tope de 20 mensualidades más primas de voluntariedad.
Desde UGT exigen la “voluntariedad real dentro del proceso, cupos por edades, provincias y un porcentaje máximo de denegaciones de las adhesiones voluntarias”. Además consideran que debe darse prioridad de permanencia en el banco a los colectivos establecidos por el banco y que exista “equiparación de las minusvalías de hijos y empleados para que las dos sean iguales o superiores al 33% y hacerlo extensivo a los cónyuges con enfermedad grave o minusvalía”.
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