El Banco Santander perdió 8.771 millones de euros en 2020, frente a los 6.515 millones que ganó en 2019, tras aumentar las dotaciones hasta los 12.173 millones para hacer frente a la crisis del coronavirus y además asumir un deterioro contable del valor de sus filiales en el Reino Unido, Estados Unidos y Polonia por valor de 12.600 millones que no afecta a la solvencia. La entidad, que anunció esta medida en julio pasado, ha cerrado el ejercicio con las mayores pérdidas de su historia.
Según la información remitida este miércoles al supervisor del mercado español, la CNMV, excluyendo esos ajustes contables, el beneficio ordinario se situó en 5.081 millones en 2020, un 38% menos que hace un año, “en línea con el objetivo que se avanzó en octubre”, según el banco presidido por Ana Botín. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) desciende desde el 8,38% al 5,68% en 2020.
En cuanto a la distribución de los resultados ordinarios, Brasil aporta el 30%; la unidad de crédito al consumo Santander Consumer el 15%; México el 11%; Estados Unidos el 10%; Reino Unido el 8%; España el 7%; Chile el 6%, y lo demás se distribuye entre Portugal, Polonia, Argentina y el resto de Sudamérica.
España gana un 67% menos
Todos los países, excepto México que gana un 4% más y Argentina con una subida del 91%, presentan caídas en el beneficio ordinario. Destaca España que obtiene 517 millones, un 67% menos que en 2019 tras triplicar las dotaciones para saneamientos, mientras que Polonia tiene un descenso del 52% y el Reino Unido del 50%.
En cuanto a la solvencia, medida por el ratio de capital de máxima calidad CET1 fully loaded, se situó en el 11,89%, lo que le sitúa en parte baja de la clasificación europea de entidades, según el BCE.
Todos los márgenes de la cuenta de resultados presentan caídas de alrededor del 10% en su comparativa con 2019. El volumen de préstamos totales cae un 2%, aunque sin el impacto del tipo de cambio de las diferentes divisas frente al euro, subiría un 5%. El 27% de los créditos están concedidos en el Reino Unido, el 22% en España y en Brasil solo el 7%.
En cuanto a los depósitos, suben el 1% y sin el tipo de cambio de las divisas hubieran crecido el 9%. España acapara el 33% de los depósitos, seguido del Reino Unido con el 23% y de Brasil con el 10%.
La entidad destaca que “pese al difícil entorno, los ingresos se mantuvieron en línea con los de 2019 y el beneficio antes de provisiones subió un 2% en euros constantes”, es decir, si no hubieran tenido variación respecto al euro en todo el año.
El banco apunta que, aunque la pandemia ha tenido un gran impacto en la economía, “el margen de intereses y los ingresos por comisiones han mostrado signos de recuperación en el segundo semestre del año. De hecho, el banco logró solo en el cuarto trimestre sus mayores ingresos de clientes de los últimos dos años en euros constantes”.
La Bolsa recibió bien la cuentas: en las primeras horas de cotización, el Santander subía alrededor del 2%. “Estimamos que habrá un cambio a mejor en el coste de riesgo, el capital y los dividendos en 2021 gracias a la recuperación macroeconómica, las mejoras de eficiencia en Europa y la favorable evolución de los tipos de cambio (libra esterlina y monedas de países emergentes)”, apuntaron los analistas desde Bankinter.
Moratorias y avales por 112.000 millones
Según el Santander, la entidad ha ayudado a seis millones de clientes en todos sus mercados durante la pandemia con la concesión de crédito a particulares y empresas con avales o moratorias. “La entidad ha facilitado moratorias para hipotecas y otros préstamos por valor de 112.000 millones”, lo que supone el 12% de la cartera de crédito.
“Al final de 2020, el 79% de esas moratorias (89.000 millones de euros) habían expirado, con solo un 3% en dudosos”, indica el banco. De la cartera restante en moratoria, el 78% es crédito garantizado. “Estas cifras dan al banco una mayor visibilidad del impacto de la pandemia en los clientes”.
Al margen de estas medidas extraordinarias, la ratio de morosidad mejoró 0,11 puntos en el año, hasta el 3,21%, mientras que la ratio de cobertura fue del 76%. El coste del crédito, es decir, lo que el banco provisiona en función de la pérdida esperada de la cartera por los impagados, terminó el año en el 1,28%, en línea con la mejora en la previsión anunciada en el trimestre anterior. Las dotaciones para cubrir los morosos suben al 47% por la crisis.
“La entidad está preparada para afrontar el año con un fondo de 24.300 millones de provisiones acumuladas. Además de la actualización del fondo de comercio por inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTA) por valor de 12.600 millones de euros, sin efecto en caja, anunciada en el segundo trimestre, el banco ha registrado provisionados 1.146 millones más en el cuarto trimestre por los costes de reestructuración en España”, indica la nota enviada a la CNMV.
El Santander tuvo un beneficio atribuido de 277 millones de euros solo en el cuarto trimestre y unas pérdidas atribuidas para el conjunto del año de 8.771 millones de euros.
Volver al dividendo “a medio plazo”
El Banco Central Europeo (BCE) autorizó al Santander a volver a repartir dividendos, como adelantó EL PAÍS, pero con limitaciones, algo que la entidad siempre ha cuestionado. El banco apunta que con respecto al dividendo correspondiente a 2020, “el consejo de administración del Santander tiene la intención de pagar 2,75 céntimos de euro en efectivo por acción, dado que esta es la cantidad máxima permitida” por el Banco Central Europeo (BCE). El banco asegura que “tiene la intención de recuperar un payout” (la parte del resultado que se distribuye entre los accionistas) de dividendo en efectivo del 40%-50% del beneficio ordinario “en el medio plazo. Sobre la remuneración con cargo a los resultados de 2021, la intención es volver a pagar dividendos cuando la recomendación del BCE lo permita”.
Y asegura que el BCE “ha manifestado que tiene la intención de revocar esa recomendación el próximo septiembre si no se producen circunstancias adversas relevantes. Mientras tanto, y en línea con lo anunciado en abril de 2020, la política de dividendos se mantiene suspendida”.
El uso de servicios digitales “siguió acelerándose, en parte debido a la pandemia. El banco tiene actualmente 42,4 millones de clientes digitales (+15%), de los que 35 millones usan banca móvil (+21%)”. El Santander asegura que casi la mitad de las ventas (44%) “se produjeron mediante canales digitales, ocho puntos porcentuales más que en 2019”. Su objetivo a medio plazo es alcanzar más del 50% de ventas digitales.
En cuanto al número de empleados, el banco cerró 2020 con 191.189, lo que supone 5.230 menos que hace un año. De ellos, en España trabajan 26.961, el segundo país después de Brasil, donde cuentan con 43.258 tras prescindir de 3.424 este año. En cuanto a las oficinas, el Santander cuenta con 11.236, 716 menos que hace un año. Destaca Brasil con 3.571, seguido de España con 2.939, tras haber cerrado 296 en 2019.
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