Es el hombre a batir, el piloto en el que están puestos todos los focos y el vigente campeón del mundo de F1. Lewis Hamilton es el gran favorito al título en la temporada 2020 que arranca este fin de semana en el Red Bull Ring
, con el GP de Austria de F1. Todas las miradas están puestas en él después de ser protagonista en las redes durante las últimas semanas de una gran reivindicación de los derechos y libertades de la comunidad negra. Incluso se le vio manifestándose en las calles de Londres y ahora, seguirá haciéndolo en todos los circuitos del Mundial con un Mercedes negro que ha dejado su histórico color plateado de lado para apoyar al inglés en la lucha contra el racismo.
Las claves del éxito de Lewis Hamilton son innumerables y muy claras. Pilota un coche superior en el mejor equipo de la parrilla, pocas veces falla, gestiona mejor la presión que sus rivales, en su equipo cuenta con la tranquilidad de ser el único líder, saca su mejor versión en los momentos más difíciles, no se hunde y, por descontado, es rápido, muy rápido. Pero para ser un campeón hace falta mucho más. Una de las claves es no perder el hambre de títulos y no cansarse de ganar. Ese deseo de querer más y más es el que lleva a Hamilton a estar entre los más grandes de siempre. Además, es especialista en buscar sus propias motivaciones para mostrar su mejor versión.
Michael Jordan explica en el documental ‘Last Dance’ que no cesaba de buscar situaciones adversas para sacar un extra de rabia y motivación para hundir a sus rivales. Incluso llegó a inventarse unas declaraciones de un oponente para crearse un enemigo al que aplastar. En el caso de Lewis, por desgracia, no hace falta que se invente nada para afrontar este Mundial como algo personal y prioritario.
El británico ya ha reiterado que
desde pequeño fue víctima del racismo en su barrio. En el colegio, sus profesores le decían que no iba a llegar a nada y en las pistas de karting todos sus rivales le miraban raro por su color de piel. Recientemente, con su campaña contra el racismo, ha recibido elogios pero también críticas, y estas últimas no son más que gasolina que añadirle a una bestia competitiva como Lewis para ir a por el récord de 7 mundiales de F1 de Michael Schumacher.
Verstappen, su antagonista
Hamilton alcanzará al alemán si logra la corona este curso, pero deberá estar pendiente de un Verstappen que triunfó en las dos carreras anteriores en el Red Bull Ring, escenario de las dos primeras citas del Mundial de este año.
El neerlandés avisa: “Sé con certeza es que haremos todo lo posible para luchar por el Mundial”
. El de Red Bull plantea guerra, más que la de unos Ferrari que parten lejos. Otro extra de motivación para un Hamilton que sueña con ganar con un coche negro, su mejor forma de reivindicar sus ideas. “Mi padre me decía: ‘habla siempre en la pista’. Y es lo que hice desde el primer día”. En 2020 ese volverá a ser su objetivo.
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