El Senado de Estados Unidos confirma a Merrick Garland como el fiscal general del Gobierno de Biden

Merrick Garland, en una imagen de archivo.
Merrick Garland, en una imagen de archivo.POOL / Reuters

El Senado de Estados Unidos ha confirmado este miércoles con un voto fuertemente bipartidista (70-30) a Merrick Garland como fiscal general. Con su elección, el presidente Joe Biden busca restaurar la reputación de independencia del Departamento de Justicia, dañada durante la Administración de Donald Trump. Muchos senadores republicanos declararon que el historial de Garland y su temperamento era lo que EE UU necesitaba en este momento.

Garland, veterano juez federal de apelaciones, vio en 2016 cómo la posibilidad de ser uno de los nueve jueces del Tribunal Supremo se le escapaba de las manos en los últimos meses del mandato de Barack Obama tras el famoso rechazo republicano, que ni siquiera quiso considerar la nominación porque señalaban que no había suficiente tiempo para su confirmación.

“EE UU puede respirar con alivio ya que finalmente va a tener a alguien como Merrick Garland liderando el Departamento de Justicia”, declaró antes de la votación el líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer. “Alguien con integridad, independencia, respeto por la ley y credibilidad en ambos lados políticos”, ha proseguido el senador por Nueva York, para concluir que el juez federal era una persona que entendía que “el trabajo de fiscal general era aplicar la ley, a diferencia de los anteriores fiscales bajo el presidente Trump”.

Garland hereda un Departamento de Justicia acosado por los turbulentos años de la era Trump, quien insistía en que el fiscal general debía ser leal a su persona, lo que ha dañado el prestigio del Departamento. Durante el último mes de Trump como mandatario, William Barr dimitió tras negar las acusaciones falsas del presidente, que insistía en que había existido fraude electoral en las elecciones que le apartaron de la Casa Blanca.

Nacido en Illinois hace 68 años, Garland, licenciado en Derecho por la Universidad Harvard, es nieto de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos escapando de la persecución en Europa, según la biografía facilitada por la Casa Blanca. Antes de que en 1997 el entonces presidente Bill Clinton le nombrara juez federal, Garland supervisó las investigaciones del ataque con bomba en los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta, que dejó dos muertos y más de 100 heridos, así como la masacre de Oklahoma City, con más de 160 fallecidos y cientos de heridos en 1995.

Uno de los mayores retos que enfrenta el nuevo fiscal general, además de la despolitización del Departamento de Justicia, es hacer frente a la amenaza de extremistas violentos domésticos como los que protagonizaron el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero.

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