Dos semanas después de la final de la Champions, el gobierno francés investiga qué, cómo y sobre todo porqué se originó el caos que obligó a retrasar más de media hora el inicio del compromiso entre el Liverpool y el Real Madrid. Miles de aficionados se agolparon a las puertas del Stade de France con la intención de burlar unos controles de acceso poco vigilados, que propiciaron que algunos pudieran saltar hacia el interior del estadio.
En la audiencia de esta mañana ante el Senado, el responsable de seguridad del Stade de France ha asegurado que hubo un grave problema con las entradas: “Solo una de cada cuatro era verdadera. Las demás, falsificadas con el código QR o con copias fraudulentas”, ha revelado en su declaración, a la que ha añadido que las largas colas que se formaron se debieron por culpa de quienes se acercaron al estadio sin entrada: “Alrededor de un 60%”, ha subrayado.
El jefe de la policía de París, Didier Lallement, ha asumido su responsabilidad: “Fui la persona que se encargó del orden público y de la seguridad. Fue un fracaso porque hubo aficionados empujados y agredidosa la entrada del estadio. Sin embargo, debo insistir que en una crisis mayor, en un contexto tan complicado, nos aseguramos que el partido se disputara y sobre todo que no hubiera heridos graves ni víctimas mortales”, ha explicado.
Lallement aprovechó para argumentar la necesidad de utilizar gases lacrimógenos: “Es la única manera de hacer retroceder a una multitud sin tener que cargar contra ella. Y funcionó. Soy consciente que la gente de buena fe, familias con niños, se vieron envueltos, y lo siento, pero no hubo otra solución. No consideramos que hubiera tantos aficionados con entradas falsas”, ha justificado. A partir de las 14:30h el Senado también escuchará a la Federación Francesa y al alcalde de Liverpool.