Entre las verduras que empiezan a aparecer en la mesa con la llegada del verano y luego sobre todo en otoño están los pimientos . Estas verduras se utilizan especialmente para preparaciones culinarias tanto crudas como cocidas y dan la oportunidad de disfrutar de la cocina. Sin embargo, no gustan a todos los paladares por su sabor y sobre todo por su pesadez en la fase digestiva. El pimiento, de hecho, puede dar problemas y ser difícil de digerir pero existen varios remedios para solucionar este problema. Uno de ellos es pelarlos bien pero también existe un sencillo truco para hacer que los pimientos sean más digeribles y que os explicamos a continuación.
Truco para hacer los pimientos digeribles
El truco que puedes poner en práctica para evitar el problema en la digestión con los pimientos tiene que ver con el azúcar. De hecho, basta con añadir un poco de azúcar en el momento de la cocción para reducir la pesadez que pueden dar los pimientos en las horas siguientes a su consumo. Una cucharada que también podrías echar en el caso de que estés usando los pimientos en un sofrito. Y para los amantes de lo agridulce, entonces, podéis licuar el mismo azúcar añadido con vinagre para equilibrar las cantidades.
Con este truco que es tan fácil de aplicar evitarás que los pimientos, sin importar su color, sea indigesto pero no es el único truco al que podemos recurrir. De hecho y como ya hemos mencionado, otro remedio consiste en quitarle la piel al pimiento.
El pimiento perfecto para cada receta
Por otro lado, cada receta merece tanto el pimiento correcto como el corte correcto. Hay, de hecho, diferentes variedades que a su vez corresponden a diferentes colores , a saber, amarillo y rojo. Los pimientos amarillos son más suaves, mientras que los pimientos rojos son más crujientes. En cambio, es diferente la cuestión de los pimientos verdes, que son simplemente pimientos recogidos antes de su plena madurez. De los tres suele decirse que el más digerible es el verde aunque también es cierto que del rojo se dice que tiene más vitaminas y fibra.
Por último dependiendo del tipo de preparación que se lleve a la mesa, una forma puede ser más adecuada que otra. Y lo mismo ocurre con las variedades regionales de las que nuestro país ofrece una gran variedad de opciones. Si luego se procede a freír, es mejor optar por un corte fino que facilite una cocción uniforme al que le podrás añadir la mencionada cucharada de azúcar. Para un sofrito, en cambio, será mejor hacer un corte fino pero además en trozos que sean muy pequeños.
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