El sevillismo, mientras no haya fútbol, sigue recordando con orgullo grandes éxitos en un mes de mayo que se ha convertido en una peregrinación de efemérides. Hoy, 18 de mayo, el club andaluz celebra el cuarto aniversario de su último título, una Europa League especial porque supuso tener la hegemonía absoluta del torneo, un pentacampeonato que, además, no pudo tener rival más ilustre, el Liverpool de Jürgen Klopp, hoy vigente campeón de Europa.
El Sevilla, bajo la dirección de Unai Emery, alineaba los astros a su manera para que en Basilea llegara la tercera Europa League consecutiva tras las sumadas en Turín y en Varsovia. Todas con el sello del técnico de Ondarribia, que colocaba esos tres trofeos al lado de los dos sumados por Juande Ramos en 2006 y 2007.
Coke Andújar, un lateral derecho de circunstancias fichado por Monchi del Rayo Vallecano, se convertiría en el protagonista inesperado de la final al anotar dos goles y liderar la remontada sobre el equipo inglés, que se adelantaría a los 35 minutos a través de Sturridge. Pero tras el descanso el equipo de Emery salió con el cuchillo entre los dientes. Empató muy rápido Gameiro y en el 63 Coke pondría al Sevilla por delante para, tan sólo siete minutos después, desatar la locura con el 3-1 definitivo.
Por el Sevilla jugaron David Soria; Mariano, Rami, Carriço, Escudero; Nzonzi, Krychowiak; Coke, Éver Banega, Vitolo; y Gameiro. También entrarían como suplentes Kolo, Cristóforo e Iborra.
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