El Sevilla se estrena este domingo en LaLiga en Cádiz, un duelo andaluz en el que el equipo de Julen Lopetegui, tanto sólo 67 horas después de haber perdido la Supercopa de Europa ante un gigante como el Bayern Múnich, buscará resarcirse de esa decepción relativa y los cadistas aprovechar el cansancio del rival para dar la sorpresa.
Enfadados por que la Federación Española no les haya permitido un día más de descanso, manteniendo la fecha del lunes que inicialmente fijó LaLiga, y víctimas de esa batalla por los horarios entre esos organismos, los sevillistas quieren olvidar con un triunfo en el Ramón de Carranza su derrota con honor ante el todopoderoso Bayern, que tuvo que llegar a la prórroga para doblegarles.
Pese al poco margen de recuperación del equipo de Lopetegui, que recibió numerosos elogios por plantarle cara al coloso alemán, aunque sin un final feliz, el Sevilla llega a Cádiz con el ánimo por las nubes, sabedor de que cayó con orgullo en el Puskas Arena de Budapest, una sensación que quiere refrendar ganando en su debut liguero.
Con apenas un entrenamiento, el de la tarde de este sábado, ya que la expedición hispalense regresó el viernes desde Budapest y sólo pudo hacer una sesión de recuperación, el conjunto del barrio de Nervión busca confirmar su gran final de la temporada pasada -campeón de la Liga Europa y cuarto en LaLiga empatado con el tercero- y empezar con fuerza.
Lopetegui ha demostrado saber gestionar a la perfección una plantilla con sólo tres refuerzos por ahora -el croata Rakitic en su retorno seis años después, el lateral zurdo argentino Marcos Acuña y el mediapunta Óscar Rodríguez- y se prevé que haga cambios en el once dado el desgaste físico que dejó la final, con prórroga incluida, de la Supercopa.
Es una incógnita si jugará en Liga al meta checo Tomas Vaclík, en vez del marroquí Bono -titular en Budapest-, y en defensa podría debutar Acuña en la izquierda por Sergio Escudero -que jugó los 120 minutos ante el Bayern-, refrescar la zona ancha el serbio Gudelj y Óliver Torres por el brasileño Fernando y Joan Jordán, y que Óscar o el Mudo Vázquez acompañen arriba al también argentino Ocampos y al holandés De Jong.
Enfrente, el Cádiz espera que el Sevilla se haya visto afectado por haber jugado el pasado jueves la final de la Supercopa de Europa y que esto haya incidido en la recuperación física de sus futbolistas, ya que los hispalenses apenas han tenido dos días para afrontar la visita liguera al Ramón de Carranza.
El partido fue designado en un principio para el lunes, lo que le habría venido bien a los sevillistas para tener un día más de descanso, pero finalmente ha sido cambiado al domingo (18.30 horas) por decisión judicial ante las diferencias de criterio de RFEF y LFP a la hora de cuadrar los días de celebración de la competición.
El Cádiz ganó el domingo pasado su primer partido tras el ascenso a Primera División, fuera de casa ante el Huesca (0-2), y ahora espera hacerlo en su terreno de juuego, donde cayó en la primera jornada contra Osasuna (0-2).
En el equipo gaditano, su entrenador, Álvaro Cervera, sigue convaleciente por haber dado positivo en covid-19 y a la espera de recibir el alta médica.
Su segundo entrenador, Roberto Perera, ha dirigido al equipo desde la última semana de la pretemporada desde el banquillo, igual que lo está haciendo en los entrenamientos, aunque en contacto telefónico permanente con Cervera.
Uno de los futbolistas que ha comenzado a entrenar con sus compañeros una vez superada una lesión es el volante Jon Ander Garrido, aunque no será de la partida contra el Sevilla al no tener el tono físico adecuado.
En el choque de la semana pasada en Huesca acabaron con molestias el defensa Juan Cala y el centrocampista danés Jens Jonsson.
Los dos han entrado en una convocatoria compuesta por todos los jugadores disponibles y de la que habrá que descartar a varios futbolistas antes de conformar la relación definitiva.
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