El Sevilla sumó este sábado en Huesca su quinta victoria liguera de la temporada, que lo coloca en la zona noble de la tabla clasificatoria. El equipo de Julen Lopetegui se está especializando en conseguir estos triunfos cuando ya más abocado parece al empate: cuatro de estos cinco partidos los ganó con goles conseguidos más allá del minuto 80. Un dato que define el perfil agónico e inquebrantable de un equipo que no se dobla con facilidad.
En Huesca fue En Nesyri quien anotó el tanto del triunfo nervionense (0-1) a los 82 minutos. Apenas siete días antes, con ocasión de la visita al Pizjuán del nuevo Celta del Chacho Coudet, ya se había repetido la película: se llegó a los 85 minutos con empate a dos goles y entonces aparecieron Escudero primero y Munir a los 88 para rubricar el 4-2 final.
La historia arranca en la jornada 3, con ocasión del desplazamiento a Cádiz. Cuando los locales ya daban casi por bueno el empate a uno que campeaba en el marcador a los 89 minutos apareció Munir para firmar el 1-2 y apenas 60 segundos después, Rakitic para cerrar el partido con el 1-3 definitivo.
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Y en la cuarta jornada, más de lo mismo: Sevilla y Levante llegaban a los 89 minutos con 0-0 en el marcador del Pizjuán pero En Nesyri, a los 90, surgía de la nada para romper las tablas y asegurar el triunfo local (1-0).
Cuatro victorias logradas en los compases finales de los encuentros, a las que cabría añadir otra, esta correspondiente a la Champions, concretamente en el Krasnodar-Sevilla de esta semana, en el que Munir resolvió con el 1-2 final… en el minuto 95.
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