El sí de Peugeot y Fiat a la fusión da a luz a Stellantis, el cuarto mayor grupo automovilístico del mundo


Prácticamente al mismo tiempo, los accionistas de dos gigantes del motor europeos han dado este lunes el sí a su unión definitiva. Tanto la junta de PSA como la de Fiat Chrysler (FCA) han aprobado de forma casi unánime su fusión. Una vez dado este paso, nada debería impedir ya el nacimiento de Stellantis, el nuevo conglomerado surgido de la fusión de iguales que se convertirá en el cuarto mayor grupo automovilístico del mundo por vehículos vendidos y el tercero por su volumen de negocios tras el japonés Toyota y el alemán Volkswagen.

La operación, anunciada en octubre de 2019, obtuvo el 99,15% de los votos de los accionistas presentes en la reunión de FCA y el 99,95% de los de PSA, ambas sin público y retransmitidas por videoconferencia.

Según han anunciado ambos grupos, la fusión se completará el sábado 16 de enero. La negociación de las acciones ordinarias de Stellantis comenzará el lunes 18 de enero en el parqué de Milán y en el Euronext de París y, un día más tarde, en la Bolsa de Nueva York. La nueva entidad tendrá sede en Holanda, pero continuará cotizando en estos mercados de valores.

“Es una fusión histórica”, señaló en su discurso de apertura ante la asamblea John Elkann, el presidente del grupo Fiat Chrysler, que ha quintuplicado su valor en los últimos 10 años. “Stellantis es una unión de dos socios con ideas afines, que se unen para construir algo único y grandioso”, prosiguió el empresario italiano, que también presidirá Stellantis. “La próxima década redefinirá la movilidad. Tenemos la intención de desempeñar un papel decisivo en la construcción de este nuevo futuro, y fue esta ambición la que nos unió”, agregó.

“Estamos listos para esta fusión, para esta creación de valor, para pasar a la siguiente etapa de esta fabulosa historia”, dijo el presidente del directorio de PSA y futuro consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, poco antes de revelarse el resultado de la votación, informa Efe.

La Comisión Europea ya había dado su visto bueno para la fusión el mes pasado, tras abrir en junio una investigación, preocupada por que la operación pudiera suponer una drástica reducción de la competencia en el mercado de las furgonetas en 14 Estados miembros, entre ellos España. La unión también cuenta con el visto bueno de París y Roma. En un comunicado conjunto, los ministros de Economía de ambos países, Bruno Le Maire y Stefano Patuanelli, celebraron la fusión de “dos empresas icónicas francesa e italiana” y se mostraron convencidos de que “el nuevo grupo reforzará el liderazgo industrial europeo”. Stellantis, “el nuevo campeón europeo”, tendrá un “papel clave en la transición ecológica clave en la estrategia de recuperación económica” europea, celebraron los ministros, que a la par subrayaron que permanecerán vigilantes a la “contribución al empleo industrial de Stellantis en Francia e Italia”.

El nuevo gigante del motor europeo tendrá más de 400.000 empleados trabajando en torno a un total de 14 marcas, algunas tan emblemáticas como Citroën, Fiat, Maserati, Peugeot, Alfa Romeo, Opel, Jeep o Chrysler. El nuevo conglomerado busca, gracias a la mejora de sinergias que afirma supondrá la fusión, ahorrar hasta 5.000 millones de euros sin cerrar plantas ni eliminar puestos de trabajo. Esa mejora de sinergias “será la primera prioridad de Stellantis”, aseveró Tavares.

Los dos gigantes del motor comenzaron a tantear su acercamiento en 2019, tras el fracaso de las negociaciones de Fiat Chrysler con otro competidor francés, el grupo Renault. El acuerdo con PSA se cerró en diciembre de 2019 y, pese al annus horribilis que 2020 ha supuesto también para una industria automovilística muy afectada por el golpe a la economía por la pandemia, las negociaciones siguieron adelante hasta su consumación por medio de la votación de los accionistas este primer lunes de 2021.

Según las cifras de 2019, el último año de “normalidad” en los mercados, Stellantis será el tercer fabricante mundial de automóviles por su facturación, con 167.000 millones de euros, y el cuarto por el volumen de vehículos, con más de ocho millones, solo por detrás de Volkswagen, Toyota y la alianza Renault-Nissan-Mitsubisthi.

Tavares se dijo convencido de que la fusión dará un impulso a las 14 marcas del nuevo conglomerado. “Seremos más fuertes juntos que separados, en primer lugar porque Stellantis nos aporta una gran complementariedad” en términos geográficos y tecnológicos y porque se sumarán las inversiones en investigación y desarrollo, confió el futuro dirigente del nuevo grupo.

Según el consejero delegado de FCA, Mike Manley, si se suman los datos de Fiat Chrysler y PSA de 2019 (sin contar con el fabricante francés de piezas de automóviles Faurecia), el nuevo grupo fusionado tendrá una facturación superior a los 165.000 millones de euros; un beneficio operativo ajustado estimado de cerca de 12.000 millones; un margen operativo ajustado en torno al 7% y un flujo de caja libre operativo relacionado con el segmento de automoción de más de 5.000 millones de euros.

Manley también destacó la presencia global que se asegurará Stellantis “al combinar la excelente posición de PSA en Europa con la fortaleza de FCA en América del Norte y América Latina”, lo que también permitirá al grupo, que aglutinará en su portafolio marcas míticas como Jeep, Peugeot, Fiat, Opel, Ram, Citroën y Maserati, “minimizar el impacto de las recesiones cíclicas que pueden ocurrir en una región específica”.

FCA ha recibido este año en Italia un préstamo de 6.300 millones de euros dentro del plan de las líneas de crédito estatales que Roma ha puesto a disposición de las empresas afectadas por la pandemia de covid-19. El Gobierno italiano, que defendió la entrega del préstamo a la empresa, que tiene sede en Holanda y Gran Bretaña, alegando que emplea a muchos trabajadores italianos, probablemente exija garantías al grupo de que mantendrá los niveles de ocupación en el país transalpino. FCA confirmó el pasado julio que respetará la inversión que había asegurado en Italia por valor de 5.000 millones de euros, pese a la situación de crisis derivada de la pandemia.


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