Fernando Alonso no se anda con chiquitas. No está en la F1 para luchar por la quinta, sexta, séptima y octava plaza. Y dejó claro que Aston Martin tampoco. Se unió al proyecto del equipo verde para la próxima temporada porque, según dijo tras el verano, se sintió más querido y porque el plan del conjunto propiedad de Lawrence Stroll era “más ambicioso”. No obstante, en la F1 para que una estructura sea ganadora pese a los grandes recursos que tiene Aston Martin y su planes de crecimiento en todos los aspectos, se suele ser paciente y dar un margen amplio para ponerse el objetivo de ganar. Por ello, sorprendió que Alonso dijera sin tapujos ante la prensa en la previa del GP de Brasil de F1 que el objetivo de Aston Martin es “intentar luchar por el Mundial en 2023 y 2024”, en el segundo año de las nuevas regulaciones técnicas de la F1.
“Al 100%”, respondió el español de forma contundente cuando se le preguntó si confiaba en que Aston Martin podía cambiar completamente su situación de un año a otro. Y continuó su explicación: “Aston Martin no está aquí para terminar quinto, sexto o cuarto en el campeonato de constructores. Están aquí para ganar el campeonato mundial y eso es lo que intentaremos hacer en 2023 y 2024”, dijo antes de la Gran Premio de Sao Paulo. Alonso confía desde el inicio en la “revolución” en el coche de 2023 que ya hace semanas que anunció el propio equipo, cambiando totalmente el coche de 2022, del que sus propios ingenieros reconocieron que no acertaron con el concepto base.
Fernando y Aston Martin no hablan de éxitos a largo plazo como sí hacía Alpine y su famoso “en 100 carreras queremos luchar por ganar”. Aston Martin quiere pasar de pelear en la zona media, donde han mejorado en esta última parte del curso, a dar un enorme y sorprendente salto en 2023 para estar en la pelea. Sería una sorpresa, pero Alonso confía en su nueva ‘Misión’.