Después de más de seis años defendiendo la camiseta del Tottenham Hotspur, Christian
Eriksen fichó por el Inter de Milán el pasado mes de enero por tan solo 20 millones de euros. Una operación que, tal y como está el mercado de fichajes del mundo del fútbol actualmente, fue catalogada de auténtica ganga en su momento.
El conjunto de Antonio
Conte se llevaba a precio de saldo a uno de los centrocampistas más talentosos del continente europeo, que la temporada pasada había conducido a los ‘spurs’ a la final de la Champions
League, donde cayeron (0-2) ante el Liverpool de Klopp.
Eriksen, que finalizaba contrato con el Tottenham este verano, fue relacionado insistentemente con el Real
Madrid en la ventana estival de 2019, pero finalmente Zinedine
Zidane descartó el fichaje del danés.
Suplente en todas las eliminatorias ‘post-coronavirus’
Tras solo seis meses como futbolista ‘neroazurro’, la situación de Eriksen en Milán ha sufrido un giro de 360 grados. Pese a haber disputado 26 partidos oficiales con la camiseta del Inter, el impacto del ex del Ajax en el esquema de Conte
no ha sido el esperado. La mitad de esos encuentros los empezó en el banquillo y no fue titular en ninguna de las cuatro eliminatorias que disputaron los italianos en la Europa
League después del parón por la COVID-19, ni tan siquiera en la final ante el Sevilla.
Eriksen, cuando fichó por el Inter en enero pasado
Brozovic, Barella y Gagliardini están actualmente por delante del danés y nombres como los de Kanté (Chelsea), Ndombelé (Tottenham) o Arturo
Vidal (FC
Barcelona) suenan para reforzar el centro del campo ‘neroazzurro’ de cara a la próxima temporada.
Una circunstancia que, según la información del ‘Corriere
dello
Sport’, habría llevado al club lombardo a plantearse su venta. La intención del Inter, pese a que el futbolista de Middelfart no pasa por su mejor momento, sería la de sacar unos 50 millones de euros por su venta.
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