Uno de los elementos de los que más se habló durante los primeros meses de pandemia, al margen de las mascarillas, fueron los guantes dado que fue el momento en el que muchos comenzamos a usarlos, cuando en realidad han sido desde hace décadas algo común en los hospitales y centros sanitarios. De hecho, es difícil que los pacientes sean operados sin que los cirujanos lleven guantes, o también, basta acudir a la consulta de cualquier médico de familia para comprobar que cualquier revisión que nos hacen, requiere que se pongan guantes, pero ¿sabemos de dónde surge el uso de estos utensilios sanitarios? Descubrimos ahora el sorprendente origen de los guantes quirúrgicos debido a una enfermera.
El origen de los guantes quirúrgicos
Los guantes quirúrgicos nacieron para proteger las manos de una enfermera, Miss Caroline Hampton, Jefa de Enfermería del quirófano del Hospital Johns Hopkins de Baltimore, desde 1889 . A mediados del siglo XIX los hospitales, tanto en Europa como en los Estados Unidos, eran vistos por la población como lugares a evitar, debido a la mortalidad (igual al 50%) que tenían los pacientes intervenidos quirúrgicamente.
En esos mismos años los médicos Oliver Wendell Holmes en Boston e Ignaz Semmelweiss en Viena introdujeron el lavado de manos con derivados del cloro, lo que había reducido drásticamente las muertes por fiebres puerperales y poco después en 1867, Lister en Glasgow se habría comenzado a utilizar derivados fenólicos para los procedimientos quirúrgicos, reduciendo así la mortalidad de los pacientes sometidos a cirugía.
Casi a finales del mismo siglo en los quirófanos del Hospital Johns Hopkins, la enfermera Caroline Hampton, a causa de una severa dermatitis por el uso de derivados fenólicos, le comunica al Jefe de Cirugía Dr. Halsted la intención de abandonar ese puesto por quien había mostrado gran pasión y competencia.
Pero el Dr. Halsted, que pensaba que Hampton era una mujer «inusualmente eficiente», pidió a la empresa Goodyear Rubber Company que produjera un par de guantes hechos a medida para su enfermera jefe. Así fue como Hampton pudo seguir trabajando en el quirófano. No hace falta decir que los dos se casaron en el mismo año y permanecieron juntos hasta su muerte.
Después de unos meses, los asistentes médicos también comenzaron a usar guantes de goma. Sin embargo, tendremos que esperar hasta 1964 para la comercialización de los primeros guantes desechables, gracias a Ansell que se había inspirado en las técnicas de producción de preservativos para su realización.
El nacimiento de los primeros guantes quirúrgicos se debe pues a una historia de amor ya una Enfermera la introducción de los mismos en el quirófano.
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