El Tribunal Supremo francés se pronuncia este lunes sobre el recurso con el que el delantero del Real Madrid Karim Benzema espera poder enterrar la acusación que le persigue desde 2015 por su implicación en un intento de chantaje a su entonces compañero en la selección francesa Matthieu Valbuena.
Los magistrados de la más alta instancia judicial, que celebraron una audiencia sobre el caso el 25 de noviembre, deben dictaminar si, como pretende la defensa de Benzema, los investigadores traspasaron el límite de lo legítimo para obtener pruebas de su supuesta implicación.
Se trata de determinar, en particular, si estuvo viciada la acción de un policía infiltrado que se hizo pasar por un emisario de Valbuena para tratar de identificar a quienes le chantajeaban con un vídeo de contenido sexual.
De confirmarse esa hipótesis, quedaría inutilizada buena parte del material que sirvió para la inculpación del jugador madridista en noviembre de 2015, que entre otras cosas le ha imposibilitado desde entonces vestir la camiseta de Francia porque el seleccionador, Didier Deschamps, no lo ha vuelto a convocar.
Pero si el Supremo rechaza su recurso, quedaría agotada su última tentativa para anular el procedimiento y, por el contrario, se abriría la perspectiva de tenerse que sentar en el banquillo en un juicio.
Hay otros cinco imputados en esta instrucción, entre ellos Karim Zenati, amigo de infancia de Benzema y el exfutbolista Djibril Cissé.
Todo empezó cuando Valbuena comunicó a las fuerzas del orden en junio de 2015 que había recibido una llamada en la que se le informaba de la existencia de un vídeo de contenido sexual en el que él aparecía y se le amenazaba con hacerlo público.
Según el relato de la acusación, los promotores del chantaje recurrieron primero a Cissé, pero como no convenció a Valbuena de que pagara, acudieron a Zenati para que persuadiera a Benzema de actuar como intermediario.
En una concentración de los “bleus” en octubre de ese año, los dos compañeros de selección hablaron de ese asunto. Benzema le aconsejó que pagara, según su versión, para evitarse problemas.
La cuestión es si el policía infiltrado forzó comportamientos supuestamente delictivos que no se hubieran producido sin su intervención.
El recurso del delantero del Real Madrid chocó en un primera fase ante el Tribunal de Apelación de París, que lo rechazó en noviembre de 2018. Pero no se resignó y lo llevó al Supremo.
Más allá del aspecto puramente judicial, está en juego la posibilidad de volver a vestir los colores de su selección, algo que parece imposible mientras esté en el cargo el actual presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graet, que el mes pasado dijo que la carrera de Benzema como internacional francés está terminada.
El delantero le replicó a Le Graët que únicamente él pondría fin a su carrera internacional y que no interfiriera en las decisiones del seleccionador.
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