Según datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), a nivel nacional 43.7% de los trabajadores está en el mercado laboral informal; además, 6 de cada 10 trabajadores no tienen acceso a la salud en México, 4 de cada 10 no trabajan bajo contrato y 36% no cuenta con prestaciones.
Este martes, el IMCO dio a conocer los resultados del Índice de Competitividad Estatal (ICE) donde se resaltó que se necesita “identificar las raíces de la informalidad en cada región“, ya que las 32 entidades de la República tienen distintas causas para esta problemática.
Guerrero fue el peor estado del índice por décimo año consecutivo al obtener 27.51 puntos de 100 posibles. En el caso de la entidad del sur, 55% de los trabajadores no tiene prestaciones, 6 de cada 10 trabajan sin contrato y más de 80% de los trabajadores carece de acceso a servicios de salud.
Por otro lado, la Ciudad de México fue catalogada como la entidad con mejor competitividad del país con 63.22 puntos de 100 posibles. En la capital, 45% de las personas económicamente activas tiene acceso a servicios de salud, 6 de cada 10 trabajadores se desempeñan bajo un contrato y 72.2% cuenta con prestaciones.
Los 3 peores estados en el ICE con muy bajo nivel de competitividad fueron Chiapas, Oaxaca y Guerrero, entidades que se encuentran al sur del país. Mientras que Nuevo León (2º), Coahuila (3º), Baja California Sur (7º), Sinaloa (8º) y Sonora (9º), entidades del norte de México, tienen un alto o medio alto nivel de competitividad.
“No es lo mismo trabajar en el norte que en el sur. Las diferencias son abismales“, señaló Valeria Moy, directora del IMCO. Si no se atienden las causas de la informalidad en cada estado, “lo único que vamos a hacer es dividir más a México“, agregó.
Las entidades del sur tienen una menor calidad en su competitividad no solo en las áreas respectivas a la informalidad. Oaxaca presentó una brecha salarial entre hombres y mujeres del 24%, cuando en el promedio nacional se registra un 15%. Chiapas solo tiene 0.45 camas en áreas de hospitalización por cada mil habitantes, lo que lo coloca como el estado con peor calidad de vida para sus habitantes.
Por su parte, Guerrero es la entidad con peor puntaje en el tema de transparencia presupuestal y en la capacidad del gobierno estatal para influir positivamente en su competitividad.
Además, la cifra de producción per cápita de los estados con menor competitividad representa una tercera parte de la cifra de las entidades con mejor competitividad. Lo mismo sucede con la inversión de la población económicamente activa, donde hay una diferencia de 300%.
Otra de las grandes diferencias radica en la cantidad de personas con 25 años o más que tienen estudios universitarios o técnicos. El 31% de la población en las entidades con mayor calidad de competitividad cuenta con esas características. Sin embargo, solo 18% de las personas en los estados del sur, que tienen menor competitividad, tienen esa preparación.
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