No había manera. Parecía una vuelta a San Mamés de pesadilla después de un mes. El balón se negaba a entrar en la portería del Celta. Por activa y por pasiva. El Athletic ni siquiera convertía las oportunidades en fuera de juego. Y para colmo, los vigueses se adelantaron. El público rojiblanco se temía lo peor. Terminó por escampar un poco y los leones lograron salvar un punto… gracias a un penalti transformado por Raúl García.
Especialidad marca de la casa. El navarro reforzó su condición de pichichi rojiblanco para establecer el definitivo 1-1. Media docena de muescas acumula en su expediente. Aunque se le resiste el gol en jugada. Sus últimas cuatro dianas han sido desde los once metros: Alavés, Leganés, Granada y Celta. Con suspense ante los andaluces, puesto que falló en primera instancia y acertó a la segunda en la repetición. El último tanto de Raúl García con balón corrido fue el pasado 30 de agosto en el derbi contra la Real Sociedad.
Pero que a nadie se le olvide que los penaltis hay que meterlos. Aquí la experiencia es un grado. Y el temple también. Transcurrieron un par de minutos desde que el centro de Muniain se estampara en el brazo de un defensa del Celta. El VAR tenía que dar el visto bueno. Por delante de Raúl pasaron varios rivales. Iago Aspas hasta le tocó la cabeza. No consiguieron desestabilizar al de Zizur Mayor. Buscó su lado de confianza y ejecutó con un disparo raso y potente, engañando a Rubén Blanco.
Otra pica ante su víctima favorita. El Celta tiembla cada vez que tiene enfrente al 22 del Athletic. Le ha hecho ocho goles como león. Ni en Osasuna ni en el Atlético logró batir la meta celeste. En Bilbao le ha cogido el gusto hasta ser el equipo al que más ha perforado sus redes en la máxima categoría.
Raúl García volvió a ejercer como nueve en el esquema habitual. “No es delantero centro, le estamos poniendo ahí por necesidad”, reconoció Garitano a la conclusión del encuentro. Ocasiones hubo muchas para el Athletic, pero en la mayoría no pudo ser protagonista el navarro. Cerca estuvo de cazar un centro raso de Williams al segundo palo que desvió in extremis el arquero visitante. Raúl se enfrascó en guerras alternativas con la retaguardia del Celta, pero apenas pudo sacar una amarilla para Araujo.
Las nubes acecharon Bilbao con la diana de Rafinha. Raúl García se fue a la media punta con la entrada de Villalibre. Toque de corneta en el Athletic. Llegó la igualada de penalti, pero los rojiblancos querían más. Empezaron a llover los centros desde la derecha. Y el navarro tuvo la última para hacerse con la victoria. En una acción en la que a San Mamés se le vino a la cabeza el gol de Aduriz contra el Barça. Descuento, balón desde el ala diestra, misma portería y mismo gesto. Raúl lo intentó de chilena y conectó con el esférico. Golpeó en un zaguero y se fue a córner. No era el día. Tampoco a la heroica.
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