El talento de jóvenes como Oyarzabal, Zubeldia y, en el tramo final, de Aihen
Muñoz, Barrenetxea y Merino ha rescatado al colectivo en una temporada de poco brillo en las individualidades. Algunos de los futbolistas llamados a marcar las diferencias:, Willian
José, Illarramendi y Januzaj por calidad y galones, y Theo y Sandro por ser fichajes que deberían despuntar, estuvieron por debajo de las expectativas y las lesiones, esa plaga que se cebó con toda la plantilla, impidieron una mejor versión de muchos jugadores.
El prometedor debut de nueve canteranos fue la otra nota positiva de un curso que no pasará al historia.
Éste es el 1×1 de la Real Sociedad de la temporada:
Rulli Paradones tras tocar fondo
Rulli ha conocido todo el espectro de sensaciones durante el curso. Su inicio fue garrafal, con errores groseros que costaron puntos y precipitaron su suplencia por primera vez. Lo pasó muy mal, pero retomó la portería por una lesión de Moyá y se rehizo a base de paradones.
Moyá Más de media Liga sentado en el banco
Diversas lesiones han condicionado la temporada de Moyá, que ha pasado más de la mitad de ella de suplente de Rulli. Respondió como siempre cuando tuvo que relevar al argentino, con el único lunar de su error ante el Valladolid. Pero tras su lesión en Navidad no volvió a pisar verde.
Zaldua El avión fue perdiendo altura
En el año de su retorno a la Real, Zaldua empezó sobrado, como un avión, muy por encima de sus compañeros. Pero su lesión ante el Valencia le obligó a parar y no volvió a coger la máxima altura. Con algo menos de acierto con el balón, siempre responde por su manera impetuosa de jugar.
Gorosabel Eliminado por un partido maldito
Gorosabel había suplido con solvencia y alguna actuación destacada, como la de San Mamés, a Zaldua durante la lesión de éste. Hasta que llegó el partido maldito de Getafe, en el que un error suyo costó el único gol del partido y se rompió el quinto metatarsiano. No volvió a jugar.
Sola Debut totalmente deslumbrante
Fue sólo un partido. 90 minutos. Pero Álex Sola los aprovechó de forma óptima. Facturó un auténtico partidazo, fue un martillo pilón por su flanco, defendió a los atacantes del Leganés y estuvo a punto de marcar un gol. Un esperanzador estreno que dio mucho que hablar.
Aritz Uno de los puntales más sólidos
Aritz Elustondo es uno de los realistas que ha ofrecido un rendimiento más regular y sólido, especialmente cuando ha jugado de central. Para la historia queda el golazo que le marcó al Barcelona, el primero del nuevo Anoeta. Hizo un gran esfuerzo por reponerse de una latosa lesión de tobillo.
Llorente Cuatro lesiones lastran su campaña
Salvo ciertos apagones letales, en los 21 encuentros en los que ha estado sobre el césped, ha ofrecido un nivel muy elevado. Es un central superior, como revela el hecho de que ya es internacional. Cuatro lesiones, empezando por una fractura de peroné, le han lastrado sobremanera este curso.
Navas Partipación residual y un tanto irregular
Comenzó el año sin la confianza de Garitano y, cuando consiguió captarla, se resintió de su eterna lesión en la rodilla. Imanol le alineó en cuanto pudo para explotar su excelente salida de balón. Firmó buenos partidos, otros más flojos y al final ha tenido una participación nula.
Le Normand Una irrupción que deja huella
Impresionante e ilusionante irrupción en el primer equipo, con el que disputó cuatro partidos de Liga y tres de Copa. Demostró estar de sobra preparado para competir en el primer equipo con su colocación, fuerza, valentía y clase para sacar el balón. Dio una asistencia y estuvo cerca de marcar .
Moreno Su mejor nivel en un exquisito final
El mejor Héctor Moreno en año y medio ha asomado en este final de Liga, en el que ha destapado el tarro de las esencias. Rindió sin alardes hasta ese momento cuando le tocó, con su golito en Vallecas, pero este postre liguero ha dejado ver un central experto, contundente, con saber estar y gran salida de balón.
Theo Un coladero que restó puntos
Una de las grandes pifias de Olabe. La aportación de Theo fue decepcionante desde el primer partido hasta el último. Fue tal coladero, fueron tantos los puntos que no se sumaron por su endeblez defensiva y su exceso de confianza, que Imanol le mandó a galeras dos meses antes del final de Liga.
Kevin Crecimiento que no pudo demostrar
Sólo siete partidos, cinco de ellos como titular, no fueron suficientes para demostrar su crecimiento futbolístico con respecto al año anterior. Cuajó partidos interesantes como el derbi de Bilbao, pero primero la competencia con Theo y luego una fatal lesión le llevaron a la sombra casi todo el año.
Aihen Se gana su derecho a ser de Primera
El fútbol no suele dar muchas oportunidades y Aihen aprovechó al máximo la primera que tuvo. Sensacional su aportación en su primera campaña en la Real, elevando sobremanera las prestaciones de Theo. Sobrio en defensa, cada día más suelto en ataque, se ganó su parcela en lo más alto.
Illarramendi Su temporada más floja en la Real
No se le vio nunca cómodo con el estilo de Garitano y no le dio la vuelta. Primero por su escaso nivel, que obligó al de Bergara a sentarle en el banquillo como aviso, y luego por una lesión fea, la aportación del de Mutriku ha sido muy reducida en su primer año de capitán, el peor en la Real.
Zubeldia Enormes maneras del líder silencioso
Lucha con Oyarzabal para ganarse la condición del mejor realista del curso. Ha dado el paso adelante que se le pedía a la hora de atreverse a hacer más cosas, pases con más riesgo y en largo y confianza para salir conduciendo. Es un líder silencioso, un centrocampista total.
Guevara Un partido, una reivindicación
Guevara mostró todo su potencial defensivo y ofensivo en el partido que le tocó jugar, ante el Levante en casa. Se le hizo un poco largo, pero su primer tiempo fue soberbio. Su técnica y capacidad valdrían de sobra para ser el ‘4’ de la primera plantilla, pero la competencia se lo complica.
Zurutuza Demasiado poco del segundo capitán
La temporada de Zurutuza se resume en un porcentaje: 35%. Es el tiempo que ha participado sobre el total. Demasiado poco para el segundo capitán, al que también se le veía fuera de lugar con Garitano. No es casualidad que fuera titular en algunos de los mejores partidos del año. Lucidez con cuentagotas .
Pardo Cierra el curso en su mejor momento
Pardo es de los jugadores a los que la temporada se les ha hecho corta. Ha ofrecido sus mejores partidos cuando, en el último tramo liguero, las lesiones le dejaron el camino expedito. Comenzó con galones, pero los perdió e Imanol le devolvió la confianza. Se lleva su gran gol en el Bernabéu.
Sangalli Un ejemplo de casta y superación
Debutó en Primera, marcó y ganó en el derbi de Bilbao, se recuperó en tres meses de un ictus y fue de los motores de la reacción final de la Real. El primer año de Luca Sangalli en la Real ha sido intenso. El donostiarra ha dado un ejemplo de casta y superación. Y tres asistencias.
Roberto López Sueño convertido en sufrimiento
Toda la vida soñando con el debut en Primera y fue media hora de sufrimiento. Roberto López, una de las grandes perlas de la cantera, se bautizó ante el Espanyol. La Real ganó y él participó en el gol de la victoria, pero, con uno menos, tuvo que padecer para sujetar el triunfo.
Zubimendi Intervención en un hermoso triunfo
Martín Zubimendi es uno de los nueve ‘potrillos’ que ha debutado en Primera. Sólo jugó un partido, pero fue muy especial: la Real le ganó al Getafe para sujetar ciertas esperanzas europeas y el donostiarra contribuyó con una cobertura y un robo con asistencia a Juanmi.
Merino Debut irregular con un inmenso epílogo
El tramo final de Liga, en el que ha jugado sobre todo de ‘4’, ha conseguido exprimir todo su repertorio de centrocampista completo. Le costó coger el tino, sobre todo con balón, pero ha terminado en plan estelar. Tres goles y tres asistencias adornan su ‘performance’ en su estreno.
Barrenetxea Aparición volcánica de un diamante
Es un diamante que todavía se puede pulir, pero su aparición volcánica ha sido, quizá, la mayor satisfacción del curso para la parroquia. Debutó con 16 años y marcó su primer gol con 17, récord de precocidad. Desborde, descaro, talento y compromiso defensivo con 17 años.
Oyarzabal 13 goles y un equipo a su espalda
Mikel Oyarzabal ha tenido que madurar y echarse el equipo a su espalda ante la ausencia por lesión y la decepcionante aportación de algunos de los jefes del equipo. Comenzó titubeante, pero sus tantos y su trabajo rescataron a la Real en su peor momento del curso.
Januzaj Una contribución demasiado exigua
Una de las grandes decepciones, por su exigua contribución. Llegó lesionado y recayó cuando más activo y necesario era su concurso. Un gol y tres últimos pases sintetizan crudamente su bagaje. Estando en óptimas condiciones, rompió zagas. Con él, la Real gana mucho más.
Merquelanz Un minuto y medio tocando el cielo
Su sueño duró un minuto y medio. En su primera jugada en Primera, en Eibar, se rompió el cruzado y con él todas sus aspiraciones vitales. Ha dedicado toda la temporada a recuperarse y lo ha hecho, pero Imanol no quiso arriesgar con él y tendrá que esperar a la próxima.
Sandro Un rosco histórico: cero goles y triunfos
Las chanzas constituyen una vuelta de tuerca más a las críticas más feroces. Y en esa fase está el llamado ‘Lee de las Canarias’. Su doble rosco es histórico: cero goles en 1.048 minutos de juego en Liga y cero victorias en los 10 partidos en los que fue titular. Para sonrojar al que le trajo.
Juanmi Goles escasos y la cabeza muy lejos
Juanmi destruyó este año su cartel de delantero rentable que aprovecha sus oportunidades. Cinco goles en 1.519 minutos representan un bagaje escaso para quien se dedica únicamente a marcarlos. Al final de Liga, ya tenía su cabeza en otro lugar y se irá.
Willian José Alejado del área y de su mejor bagaje
11 goles, cinco de penalti, y cinco asistencias no es mala cosecha para el ariete titular de la Real, pero sí quizá para un Willian José que ya ha demostrado que sabe hacerlo mejor. Otro realista de uñas con el estilo de Garitano, ha vivido todo el año alejado del área, un tanto anárquico.
Bautista Un gol y apariciones muy esporádicas
Ha intervenido en 18 partidos, pero sólo en cuatro fue titular y en casi la mitad salió sin tiempo, a la desesperada para remontar un resultado. Autor de un gol ante el Rayo y de un gran partido en Bilbao, ha pasado sin pena ni gloria. Por eso es madera de cesión
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