No hay un dato esclarecedor, pero el tapón de Jaren Jackson Jr. sobre Mikal Bridges en el arranque del Phoenix Suns – Memphis Grizzlies podría representar el gorro más rápido de la historia de la competición. Tan solo fueron cinco segundos los que transcurrieron cuando el interior y especialista defensivo denegó al alero del conjunto local, que a la postre se llevó el encuentro por 112-110.
Más allá de la duda sobre el tapón, inevitablemente uno de los más veloces de la historia, cabe destacar que la canasta más rápida que se recuerda (desde la introducción de los registros jugada a jugada en 1996) es el siguiente triple de Buddy Hield con los Indiana Pacers en diciembre pasado:
El escolta anotó el triple inaugural del encuentro a los tres segundos de partido, una bestialidad. No necesitó botar el balón, simplemente recibió el rechace tras el salto inicial en campo atacante, dio media vuelta y acertó de tres. En apenas un mes, hemos asistido al tapón más veloz que se recuerda y a la canasta que, contrastado numéricamente, es la más rápida desde la instauración del play-by-play.