Las andaduras de la selección de Estados Unidos en España son legendarias. Esta semana, el Team USA abre un nuevo capítulo en sus aventuras en Málaga, donde disputarán el torneo del centenario de la Federación Española de Baloncesto (FEB) contra Eslovenia y el combinado local. En la memoria resuenan todavía los madrugones de Michael Jordan para ir al campo de golf en Barcelona 92, los paseos nocturnos de Charles Barkley por Las Ramblas o las legendarias timbas del Dream Team en el hotel Ambassador.
Aunque no hay ni punto de comparación, el actual grupo de estrellas mundialistas dirigidas por Steve Kerr ha aterrizado en un enclave exclusivo de Fuengirola para ultimar su preparación para una cita clave en sus trayectorias deportivas. Los 12 miembros de la selección estadounidense debutan este verano en el gran escenario internacional, pero lejos de centrarse solamente en preparar la Copa del Mundo, el entrenador les ha animado a salir de marcha y descubrir todo lo que puede ofrecer el sur del Mediterráneo.
“Tenemos la oportunidad de viajar y ver lugares que quizás nunca volvamos a ver”, reflexionaba Kerr el jueves. “Vamos a animar a los chicos para que salgan, parte de esta experiencia es cultural”, añadía. El propio técnico de los Golden State Warriors visitó Málaga en 1986 cuando él era jugador del Team USA, y el diario Sur aprovechó la ocasión para obsequiarle con unas fotos impresas a modo de recuerdo de su anterior paso por la ciudad.
Josh Hart, que acaba de renovar por 81 millones de dólares con los New York Knicks, ha entendido bien el mensaje de su entrenador. “Tuve una pequeña cena anoche, con buen vino”, comentó sobre la celebración de la firma. “Un Vega Sicilia Unico, un reserva de 2011 muy bueno. Fui al pequeño restaurante, justo al lado del agua. Lo que me encanta de venir a Europa es que hay vino buenísimo a precios magníficos”. La botella le costó 350 euros, pero un equivalente en Estados Unidos puede llegar a duplicar ese precio.
Otro que no se cortó al indicar sus preferencias fue Anthony Edwards, otro que este verano se ha cubierto en oro tras renovar por cinco años y 260 millones de dólares con los Minnesota Timberwolves. “Sin duda este dinero ya llegará a mis nietos, y no importa el jugador, estamos hablando de mucho dinero”, explicó sobre la lluvia de renovaciones que ha caído sobre varios miembros del joven Team USA. Tyrese Haliburton también firmó con los Indiana Pacers por la misma cantidad, Cam Johnson se llevará 100 millones con los Brooklyn Nets y Austin Reaves 56 kilos con Los Angeles Lakers.
Como ya lo fue en Barcelona 92 con el Dream Team, una de las actividades favoritas del grupo es visitar el casino después de los entrenamientos, que en Málaga se están llevando a cabo en el exclusivo club deportivo The Embassy. A algunos jugadores les apetecen las caminatas por la playa, mientras otros como Haliburton reconocen que prefieren algo más pausado. “Cualquier cosa que tenga que ofrecer Málaga, pero caminando lo menos posible”, dijo la figura de Indiana.
Kerr, uno de los entrenadores de mayor prestigio en el panorama internacional, ganador de seis anillos como jugador y cuatro como entrenador, se mostró encantando con su grupo de estrellas emergentes de la liga y las vibraciones de estos días en el vestuario. “Es un ambiente muy sano para el equipo”, concluyó con la calurosa brisa malagueña de fondo. En unas semanas, los resultados serán la prueba del algodón para unos jugadores que aspiran a repetir el próximo año en los Juegos Olímpicos de París 2024. La competencia por entonces será todavía mayor ante la previsión de que se apunten a la fiesta algunas de las grandes estrellas de la NBA.