El Tenerife castiga al Espanyol

El Espanyol ya sabe lo que es perder un partido en la presente edición de LaLiga Hypermotion. El conjunto blanquiazul visitó este lunes el Heliodoro Rodríguez López, y allí fue donde el Tenerife le superó gracias a un solitario tanto de Enric Gallego (1-0). Fue en un partido en el que los de Luis García perdonaron en demasía durante la primera parte y no fueron capaces de encontrar el gol en la segunda cuando las prisas, que no son buenas consejeras, le jugaron una mala pasada.

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Apostó Luis García de inicio por un ‘once’ que prometía ir a por el triunfo en el que a buen seguro será uno de los campos más difíciles de la categoría esta temporada, con Pol Lozano y Keidi Bare en sala de máquinas y un buen arsenal ofensivo compuesto por Nico Melamed entre líneas y Javi Puado, Braithwaite y Pere Milla en ataque, pero todos los mencionados se mostraron indulgentes con el Tenerife en todas las ocasiones de gol de las que dispusieron.

El Tenerife, por su parte, no tuvo piedad del Espanyol. El que menos de entre todos los jugadores del combinado dirigido por Asier Garitano un Enric Gallego que en el minuto 16 se aprovechó de una indecisión de Fernando Pacheco en la salida de balón para arrebatarle el cuero al portero blanquiazul y lograr marcar a portería vacía.

A partir de ahí, el Espanyol empezó a nadar a contracorriente, y bien pudo empatar incluso antes de llegar al descanso, pero ninguno de los futbolistas blanquiazules, esta vez de rojo, acertaron a superar a Juan Soriano. Ni Pere Milla, ni Javi Puado ni Braithwaite, disponiendo todos ellos de clarísimas ocasiones de gol en el primer acto. No hubo manera. Y ya en el añadido antes de que llegase e tiempo de descanso, se quejó el Espanyol al entender que Waldo hizo penalti a Omar El Hilali. Pareció claro, pero Arcediano Monescillo, que en general realizó un arbitraje de los que se denominan como casero, decidió mirar hacia otro lado. Sirva como ejemplo de esta última apreciación que el Tenerife realizó nada más y nada menos que 22 faltas y solo una de Luismi Cruz, de esas que son de naranja, valió para que el trencilla mostrase tarjeta amarilla.

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Sea como fuere, y aunque el Espanyol tiene motivos para sentirse perjudicado por el arbitraje, la derrota perica responde más al escenificar durante toda la segunda parte un querer y no poder. Se espera mucho más de un Espanyol de Luis García llamado a lograr el ascenso directo. Cerró la 7ª jornada sin ocupar ninguno de los dos puestos que otorgan ese premio y viéndose adelantado en la tabla por este Tenerife de Asier Garitano que, todo hay que decirlo, estará en la lucha por subir a Primera si sigue por el camino que ha tomado en este inicio de curso.