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El tenis suspira por Carlos Alcaraz

Hacía mucho, repiten los profesionales, que el mundo del tenis no presenciaba una irrupción tan fulgurante y deslumbrante como la de Carlos Alcaraz, el chico maravilla que no está rompiendo, sino más bien reventando todos los vaticinios sobre su proyección. El murciano, de 18 años y clasificado por primera vez para las semifinales de un Masters 1000, en Indian Wells, está poniendo su deporte patas arriba y creciendo exponencialmente con un juego seductor, pulcro y abrasivo a la vez. Su refinada propuesta técnica está acompañada de un golpeo brutal y los rivales asisten impresionados a la eclosión de un chico que lo reúne todo: “Tiene la pasión y es lo suficientemente humilde como para trabajar duro. Tiene el talento y el componente físico es grande. En muchas cosas, me recuerda a mí cuando tenía 17 ó 18 años”.

La descripción corresponde a Rafael Nadal, que hoy (hacia las 23.00, #Vamos) servirá de baremo para saber dónde está exactamente Alcaraz ahora mismo. Su trazado en el desierto californiano le sitúa entre los 15 mejores del circuito, pero su tenis y su progresión le sitúan en un estrato superior. El mallorquín (7-6(0), 5-7 y 6-4 a Nick Kyrgios) suma y sigue este año, de victoria en victoria; son 19 hasta ahora. Pero tampoco está nada mal la secuencia de su heredero natural, convertido ya en la segunda mejor raqueta española –superando a Roberto Bautista y Pablo Carreño– y que ha ganado 12 de los 13 partidos que ha disputado esta temporada, con el título de Río de Janeiro incluido y una evolución que ha superado todas las expectativas.

“Lo veo entre los 10 mejores en un margen de tres años”, decía en octubre Alexander Zverev, en un pronóstico que apunta a quedarse muy corto. “Lo dije antes. Y lo diré de nuevo: Alcaraz es el próximo gran jugador”, transmitió Patrick McEnroe, comentarista para la televisión estadounidense, después de que el murciano despachara en los cuartos al defensor del título en Indian Wells, de nuevo en formato de exhibición. “Tiene un gran saque y se mueve muy bien, su derecha y su revés son muy peligrosos. Es muy bueno verle dando el máximo con todo el talento que tiene”, exponía Cameron Norrie tras caer por 6-4 y 6-3; “él está más cómodo que yo en estos grandes partidos”.

Sensación compartida por el Gael Monfils, un veterano de 35 años que casi le dobla en edad y que poco pudo hacer en la ronda previa. “Es demasiado fuerte. Tiene toda la vida por delante para hacer cosas excepcionales, y creo que las hará”, se sumó el francés. E incide en el elogio Paula Badosa: “Cuando eres tan, tan bueno, es difícil conservar esa humildad que él tiene. Nos llevamos muy bien, solemos hablar con frecuencia, pero no debo darle ningún consejo. Cuando tenía su edad, yo hacía todo lo contrario, así que quizá soy yo la que tengo que aprender de él. Va a ser increíble”.

El más joven desde Agassi (1988)

Cuando todavía no se ha completado el primer trimestre del año, Alcaraz ya ha alcanzado el objetivo que él y su equipo fijaron durante la pretemporada, en términos de ascensión. Es el sexto mejor jugador de este 2022 –lo que le concedería el acceso a la Copa de Maestros– y sigue deslumbrando y recopilando elogios allá por donde pisa. “Su llegada es genial para el tenis”, concedía Novak Djokovic a finales del curso pasado. “Nunca había visto a nadie golpear la bola con tanta fuerza”, subrayó el griego Stefanos Tsitsipas tras perder contra él en la última edición del US Open. “Opino lo mismo, no recuerdo a alguien que le pegue tan duro a la pelota”, comparte el preparador Patrick Mouratoglou, técnico de Serena Williams y dedicado a la formación en la Costa Azul.

Alcaraz se seca con una toalla durante un descanso.CLIVE BRUNSKILL (AFP)

No hay, sin embargo, nadie que le conozca mejor que Pablo Carreño, con el que convive y se entrena a diario en la academia de Juan Carlos Ferrero en Villena (Alicante). “Cuando está en la pista no parece un niño, se muestra mucho más maduro que los chavales de su edad”, precisa en unas declaraciones recogidas por la ATP. En paralelo, el mundo del tenis no le quita ojo y contempla boquiabierto el despegue de un chico que asume la catarata de alabanzas de forma natural. “Tengo que estar contento, pero puedo mejorar. Cada día que pasa puedo hacerlo mejor”, indica Alcaraz, señalado de forma unánime como la siguiente gran figura de la raqueta.

De golpe en golpe de precocidad, el español ha ingresado en el grupo de semifinalistas más jóvenes en un Masters 1000. Se une a tenistas de la talla de Nadal (18 años y 9 meses en Miami 2005) o Michael Chang (18 y 5 en Canadá 1990), y al precesor más reciente, el canadiense Felix-Augger Aliassime (18 y 8 en Miami 2019). La historia, además, refleja que es el semifinalista más joven en Indian Wells desde que irrumpiera en la penúltima ronda del torneo Andre Agassi, con 17 años en la edición de 1988. El estadounidense no pudo con el alemán Boris Becker, a posteriori campeón al vencer a Emilio Sánchez Vicario.

Descanso y algo de golf

A las puertas del segundo pulso contra Nadal, el joven del Palmar (23.000 habitantes) dice que hará un entrenamiento ligero (45 minutos), descansará y se distraerá jugando un poco al golf con Ferrero para desconectar y depurar la mente. La primera vez que se enfrentaron, el de Manacor le endosó un 6-1 y 6-2 sobre la tierra de la Caja Mágica de Madrid. Fue el 5 de mayo, día en que el murciano alcanzaba la mayoría de edad. “Rafa me destrozó”, se sincera. “Pero creo que ahora va a ser diferente. Soy más maduro”, apuntó el murciano, que ha crecido admirando los éxitos del mallorquín.

“Rafa es mi ídolo desde que era pequeño. Creo que será un partido fantástico, muy duro. Una experiencia. Voy a disfrutar de cada segundo. Es muy bonito que me compare con él, pero a mi edad Rafa ya había ganado un grande [en realidad, fue con 19 en el Roland Garros de 2005]”, transmite mientras le advierte le estadística: de los 158 partidos que ha disputado contra jugadores españoles, Nadal solo ha perdido 21. El último que consiguió batirle fue Fernando Verdasco, en la primera ronda del Open de Australia de 2016. En cinco sets.

“No sé qué tengo que hacer para ganarle. He jugado a un gran nivel en este torneo, pero todos sabemos cómo es Rafa. Tiene mil vidas en un partido y puede cambiar de juego si lo necesita. Veremos qué pasa”, zanja Alcaraz.

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