El algoritmo de las plataformas de streaming lleva a cosas tan sorprendentes como que, aparentemente de la nada, una película de hace más de 15 años pueda convertirse en un fenómeno viral. Es el caso del thriller de Netflix que se ha colado en el top 10 de contenido más visto del catálogo de la productora: Shooter: El tirador.
La sinopsis de Shooter: El tirador es la siguiente: “Bob Lee Swagger (Mark Whalberg) es un ex –tirador de élite del ejército de los Estados Unidos que abandona las fuerzas armadas después del fracaso de una misión extraoficial. Cuando le piden que se reincorpore, regresa al servicio a regañadientes, pero vuelven a engañarlo y a pesar de recibir dos balazos en el cuerpo y de ser el objetivo de una caza internacional, este experimentado soldado buscará venganza”.
Este thriller de Netflix está dirigido por Antoine Fuqua, un director con una amplia experiencia que debutó a finales de los 90 con Asesinos de reemplazo y que alcanzó una fama temprana tras el éxito internacional de Training day. Shooter: El tirador tuvo un presupuesto de 61 millones de dólares, pero desgraciadamente tan sólo recaudó 95 millones, un resultado insuficiente si contamos la promoción internacional del filme. Aparte, la crítica recibió de forma mixta el largometraje de acción, pero entonces ¿cómo es posible que sea un fenómeno ahora en el catálogo de Netflix?
Pues sencillamente porque hay proyectos de menor calidad que funcionan realmente bien en el sistema doméstico. Y para qué engañarnos, el paradigma del consumo audiovisual ha cambiado desde la aparición de las plataformas de streaming. Ahora, los productos audiovisuales ligeros y fáciles de consumir tienen muchas más probabilidades de crecer dentro de la plataforma, sobre todo si está protagonizada por un reclamo de la primera línea de la industria como es Mark Wahlberg.
El actor interpreta al protagonista de la historia en un reparto que se completa con Michael Peña, Danny Glover, Kate Mara, Elias koteas, Rhona Mitra y Tate Donovan. La trama parte a partir de una novela de Stephen Hunter que adaptó Jonathan Lemkin. Aunque la idea inicial era la de convertirla en una franquicia, los resultados no dieron ni para una secuela. Lo que sí que obtuvo fue una adaptación televisiva en formato serie con Ryan Phillipe en el papel principal. Duró tres temporadas en emisión y también la tenéis disponible en Netflix.
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