Para los primeros días de la segunda Semana Santa de la covid se esperan cielos soleados y un calor más propio de mayo que de finales de marzo en buena parte de España, aunque pueden producirse chubascos en Canarias y en algunos puntos del interior peninsular, avanza este viernes Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Hará tanto calor, hasta 10º por encima de lo habitual, que “es probable que el periodo acabe entre los dos más cálidos de los últimos 20 años, sobre todo en zonas como las dos Castillas, interior de Cataluña, Comunidad de Madrid, norte de Extremadura, valle del Guadalquivir y Mallorca”, anota Del Campo. Sin embargo, a partir del Jueves Santo se tuerce el tiempo, con caída de las temperaturas y lluvia en amplias zonas de la Península y Baleares.
Este viernes continúa el tiempo anticiclónico, es decir, con viento en calma y cielos despejados, en la Península y Baleares, salvo en el Cantábrico, donde la cola de un sistema frontal puede dejar alguna llovizna por la tarde. Es posible que la calima, que sufren desde hace días en Canarias, llegue a la Península, donde puede persistir varios días. Las temperaturas bajan en el noroeste peninsular y en el archipiélago canario y apenas cambian en el resto, con más de 25º en el sureste de la Península y en el valle del Guadalquivir.
El fin de semana será inestable en Canarias, en cuyo entorno se formará una borrasca que dejará lluvias y chubascos en las islas de mayor relieve. En la Península y Baleares, se mantendrá el tiempo estable, con algunas nubes en el área mediterránea, donde puede producirse alguna lluvia débil. Por la tarde aparecerán nubes de evolución, que pueden descargar chubascos ocasionalmente tormentosos en zonas montañosas y sus alrededores del interior peninsular.
Las temperaturas subirán el sábado en el oeste peninsular y bajarán en el área mediterránea. El domingo ascenderán en el tercio norte, con una subida de hasta 10º en el Cantábrico oriental. “Será una jornada más propia de mayo que de finales de marzo, con valores entre 5 y 10 grados por encima de lo habitual para la época en buena parte del norte y el oeste peninsular. El ambiente será un poco fresco para la época en el litoral mediterráneo de la Península”, precisa Del Campo, que prevé que se alcancen los 27º en el valle del Guadalquivir y los 25º en el interior de Galicia, Cantábrico oriental, valle del Ebro y puntos de la meseta Sur.
Entre el lunes y el miércoles no habrá grandes cambios al estar “bajo la influencia de un anticiclón centrado en el continente europeo, desde cuya posición enviará vientos de latitudes más bajas. Esto hará que las temperaturas suban de manera progresiva”, explica el portavoz de Aemet. Las máximas y las mínimas serán altas para la época, con valores diurnos entre 5º y 10º por encima de la media e incluso más en el interior de las comunidades cantábricas y la meseta Norte.
Los termómetros marcarán más de 20º en casi todo el país y se llegará a 25º en el interior de Galicia, el Cantábrico oriental, el valle del Ebro, el interior de Cataluña, la zona centro y buena parte de la mitad sur, mientras que es posible que se rocen o superen los 30º en el interior sur de Galicia, Extremadura y Andalucía. Serán los primeros 30º del año que registra la red de Aemet en la Península, cota que ya se alcanzó el pasado 24 de marzo en Tasarte (Gran Canaria). El 29 de enero, durante un inusual periodo cálido en mitad del invierno, ya se llegaron a rozar los 30º en Valencia y en Alicante.
Seguirán las precipitaciones en Canarias, aunque más débiles y dispersas. En el sureste peninsular y puntos de montaña y aledaños, se esperan “los típicos chaparrones primaverales que, localmente, pueden ser algo intensos y estar acompañados de tormenta”. El miércoles aumentará la nubosidad y lloverá en el noroeste de la Península como aperitivo del cambio de tiempo que se atisba a partir del jueves, aunque aún hay bastante incertidumbre.
“Lo más probable es que un área de bajas presiones se forme al suroeste de la Península, mientras llega aire frío de latitudes más altas. Así, se producirá un notable descenso de las temperaturas, que será acusado en la mitad norte, donde pueden volver las heladas nocturnas y de día no pasarse de 10º o 15º, con vientos, además, intensos”, indica Del Campo. Las lluvias pueden hacer acto de presencia en buena parte de la Península y Baleares. “Al principio llovería sobre todo en la mitad occidental y el tercio norte peninsular, pero se irían extendiendo hacia el Mediterráneo”, concluye el meteorólogo.
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