Una segunda parte espléndida evitó que el Tottenham sumara su cuarto partido consecutivo sin ganar y aparcase así su pequeña crisis, continuando con la pelea en la parte alta de la Premier League. El cuadro de Conte tuvo que remontar al Bournemouth (2-3), que aprovechó sus pocas ocasiones pero luego no pudo mantener el marcador ante el asedio ‘spur’.
Los fantasmas de los últimos partidos hicieron meya en el juego del Tottenham en el primer tiempo. Los ‘cherries’ jugaron exageradamente cómodos, sin dar la sensación de tener a un club claramente superior en frente. Sin complejos, los de Gary O’Neil jugaron bien colocados, taparon los espacios donde los ‘spurs’ pretendían hacer daño y encima, en un contragolpe de manual, se vieron por delante. Moore, con su interior y tras ser asistido por Tavernier, superó a Lloris (22′).
KO técnico para los de Conte. Precipitados e inconexos, el técnico italiano decidió dar un golpe de efecto con la entrada de Lucas Moura al descanso pero lo que realmente espabiló al equipo fue encajar el segundo, de nuevo de Moore, aunque esta vez de cabeza (49′).
La reacción fue inmediata. Hojbjerg, con más amor propio que nunca, avisó ya al minuto que el Tottenham quería aparcar la crisis de resultados y pocos minutos después Sessegnon, con un tiro ajustado tras un pase precioso del danés (56′), arrinconó totalmente al Bournemouth, que achicó aguas como pudo hasta que en un saque de esquina Ben Davies, en el segundo palo y con su testa, puso las tablas (72′).
Desde ese minuto el partido fue un monólogo total. Jugó el Tottenham volcado en el campo de los ‘cherries’ y Kane y Son empezaron a cobrar protagonismo entre líneas. Y como no Hojbjerg con su fútbol y pundonor, que tuvo dos muy muy claras. Fue tal el asedio que inevitablemente llegó el tercero. En un saque de esquina, y a la segunda, Bentancur remató con su derecha (92′) y el equipo lo celebró a lo grande, así como también seguir en la pelea con Arsenal y Manchester City.