No hay quien dome a la NBA, absolutamente atrapada en una espiral de locuras. Una noche después de que De’Aaron Fox diera el triunfo a los Kings con 0,4 segundos por jugar y que con ese ínfimo tiempo Markkanen anotara un triple ganador anulado al final, en la misma madrugada que los Raptors levantaron 11 puntos en los últimos 50 segundos, Saddiq Bey lo hizo también con un triple final. Otro final surrealista para que, en este caso, el peor equipo de la NBA, los Detroit Pistons, dejaran a los Warriors en ridículo y en su propia casa (119-122).
A falta de un solo segundo, los Pistons, que llegaban con el peor récord de la liga con 11-29, le frustraron otro final feliz a los de la Bahía. Klay Thompson empató con un triple a falta de 2,3 segundos para encaminar el partido a la prórroga pero Bey clavó un triple inverosímil que impuso el silencio en el Chase Center.
Los Warriors soñaban con otro final como el de su último partido, también en San Francisco, cuando DiVincenzo forzó el tiempo extra contra los Hawks con un triple sobre la bocina la noche que Thompson anotó 54 puntos. El escolta anotó 30 puntos con un 11/23 en tiros y un 3/10 en triples, mientras que Jordan Poole dejó 24 con un 9/22 en lanzamientos y también un 3/10 desde el perímetro. Bojan Bogdanovic fue el máximo anotador de los Pistons con 29 (10/15 en TC).
Golden State, todo lo fuerte en casa que no lo es fuera -con un balance de 3-16 a domicilio-, apenas sumó la tercera derrota del curso ante su público pero de las que duelen. Novenos con 20-19 los Steve Kerr ahora en el Oeste, los de la Bahía esperan con ganas el sábado, en el que Stephen Curry será revaluado de su lesión.