Cuando el Atleti se proclamó campeón el pasado 22 de mayo, muchos amigos míos bromearon con la felicitación: “Paulo hoy puedes morir feliz: tu Atlético de Madrid y tu Sporting Clube de Portugal campeones en la misma temporada…¡No te vas a ver en otra igual!”. A lo que les respondí: “Calma amigos, no tengáis prisa en enterrarme, que este verano hay Eurocopa y mi país defiende título. Ojalá repitáis este mensaje el 11 de julio con la selección portuguesa campeona”.
Mi triplete personal no pudo ser. El sueño acabó injustamente el domingo por la noche. Creo que todos los que vimos el partido estamos de acuerdo en que mi país no mereció perder y tuvimos ocasiones de sobra para marcar, incluido un balón al palo. Como mínimo merecimos ir a la prórroga. Pero el fútbol, como la vida, no siempre es justo y el vigente campeón se volvió para casa con la cabeza alta. Estoy muy orgulloso de nuestro seleccionador y de todos nuestros cracks a los que les mando un abrazo muy fuerte.
Poco antes del partido me preguntaron en otro medio cuantos goles creería que marcará Cristiano en su carrera con Portugal, a raíz de igualar recientemente el récord de los 109 goles de Ali Daei con la selección iraní. Respondí con una reflexión personal. El ‘Bicho’ tiene 36 años pero es capaz de saltar mucho más alto hoy en día que cuando tenía 20, 25 o 30 años. Cuando salta parece que se queda allí arriba suspendido en el aire un segundo más que el resto. Cualquier futbolista profesional con esta edad es consciente que sus grandes virtudes van apagándose día a día, que el final de la carrera está a la vuelta de la esquina. Lo normal es pensar en estirar al máximo el chicle. Nadie piensa en mejorar una virtud importante a los 36 años, solo este extraterrestre. A día de hoy suma 783 goles, y si no tiene ninguna lesión, con lo competitivo que es, seguro que se ha propuesta acabar la carrera con 1000. Y eso que todavía no hemos visto su versión como delantero 9 puro…
Estoy escribiendo estas líneas media hora antes de que empiece el España–Croacia. Sigo creyendo que Italia es la gran favorita para la competición, pero todos sabéis que me haría mucha ilusión que La Roja venciese el campeonato. No se me ocurre mejor selección para heredar el título de Portugal, que a su vez sucedió el reinado de España de 2008 y 2012. Aparte de mis hijos y el cariño que tengo a mi país de adopción, me haría mucha ilusión ver a Koke y Marcos Llorente coronarse como reyes de Europa. Ojalá que el trofeo no salga de la Península Ibérica. ¡Mucha fuerza esta tarde cracks!
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