Iker Muniain y la media punta del Athletic volvían a caminar de la mano. Parecía que estaban hechos el uno para el otro. Pero la historia de amor terminó en tragedia. Garitano apostó por el mismo bloque que tan buenos resultados le dio en enero. Probablemente fueron los mejores partidos de los leones con el deriotarra a los mandos. Un tramo en el que llegaron las victorias en Vigo y contra el Sevilla y el Betis en San Mamés. Coincidió con la lesión de Raúl García. Muniain centró su posición y movió a su antojo las ofensivas del Athletic.
Garitano concedió de nuevo la media punta a Iker en Valladolid. Una posición en la que no jugaba de inicio desde el derbi de Anoeta. El técnico reconoció posteriormente que buscaba “enganchar más juego”, pero no lo encontró. Muniain ejerció de capitán en un Zorrilla que le resulta especial. No en vano allí marcó su primer gol en Liga en octubre de 2009.
El de la Txantrea dibujó el primer gran pase de la tarde bilbaína. A la postre también sería el último. Filtró un balón raso entre la defensa del Valladolid con dirección a De Marcos. Lo que apuntaba a un mano a mano con Masip quedó en nada. El de Laguardia se orientó mal en la carrera, controló mal el esférico y cedió mal atrás el cuero mientras se trastabillaba.
El Athletic se veía superado en cada acción y Muniain, de sangre caliente, se encendía por momentos. Las cámaras de televisión le cazaron lanzando algún grito para poner orden entre sus compañeros. No surtió efecto. Un par de minutos más tarde llegaría el tanto de Waldo.
Pasada la media hora, los leones recuperaron sensaciones. Cuando Muniain pudo entrar en liza. La mejor ocasión del primer acto del Athletic la protagonizó el media punta. No acertó a dirigir su cabezazo, solo y en el borde del área pequeña, entre los tres palos después de un preciso centro de De Marcos. No es su especialidad. A Iker le dio tiempo de sacarle una amarilla a Míchel antes del descanso. Fueron sus últimas apariciones en la media punta.
Muniain filtró un gran pase que De Marcos desaprovechó y después no acertó en una clara ocasión de cabeza
Cambio de guion en el segundo periodo. Raúl entró de inicio en lugar de Córdoba y Muniain pasó a la izquierda. Reencuentro efímero. El fútbol del Athletic, con el ingreso de Aduriz por Capa, fue virando hacia los centros y los remates. Lo que sacó de escena al de la Txantrea. Apenas intervino. Falló varios pases. Si la cara es el espejo del alma, la de Muniain reflejaba impotencia. Acabó en el banquillo.
En el minuto 67, Ibai ocupó su lugar en el costado izquierdo. El de Santutxu salió activo y colocó tres centros con veneno. Uno a Raúl García que bloqueó Nacho, otro que ni De Marcos ni Williams lograron cazar y el córner que Núñez mandó a la madera.
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