La victoria del Real Madrid en Bérgamo ante el Atalanta, más allá de las circunstancias (polémica expulsión de un jugador italiano a los 17 minutos y gol de Mendy a los 86), evitó una debacle
histórica del fútbol español en la Champions League. Un fútbol cuyo potencial, a la vista de los resultados obtenidos en esta ronda, está siendo cuestionado seriamente.
Porque desde que la anteriormente denominada Copa de Europa adoptó el actual formato, con octavos de final desde la temporada 2003-04, nunca se había dado que todos los equipos españoles participantes en esta ronda cayeran derrotados en los encuntros de ida.
Hasta este miércoles, el Barça había sido derrotado por el PSG (1-4), el Sevilla por el Dortmund (2-3) y el Atlético por el Chelsea (0-1). Si el Madrid hubiera sido derrotado por el Atalanta, el balance de cuatro
derrotas en cuatro partidos habría sido el peor en las 18 temporadas en las que la Champions ha organizado unos octavos de final.
El peor precedente, en este sentido, se remontaba al curso 2012-13, cuando hubo un empate y tres derrotas. Salvó el honor en aquella ocasión también el Real Madrid, que empató contra el ManUnited en el Bernabéu (1-1). El Barça perdió 2-0 ante el Milan, el Málaga 1-0 ante el Porto y el Valencia, 1-2 frente al PSG.
Desde entonces al menos un equipo español había logrado el triunfo y como máximo había habido dos derrotas. Fue la pasada temporada, cuando en la ida de octavos el Real
Madrid cayó ante el City (1-2) y el Valencia fue arrasado por el Atalanta (4-1). El Atleti logró el único triunfo (1-0 ante el Liverpool) y el Barça arrancó un empate en Nápoles (1-1). Los partidos de vuelta de Real Madrid y Barça se jugarían ya a puerta cerrada tras la ‘explosión’ del COVID-19.
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