El trucazo para limpiar el cristal del horno y que quede como nuevo

El horno es uno de los electrodomésticos más utilizados, y también uno de los que más pereza da limpiar. Cuando está muy sucio y lleno de grasa, dejarlo impecable es complicado. Por suerte, este proceso puede ser mucho más fácil y rápido poniendo en práctica este truco para dejar el cristal del horno como nuevo.

El único producto que necesitas es bicarbonato de sodio, un potente limpiador que ayuda a eliminar manchas que, a priori, parecen imposibles. Es muy eficaz contra la grasa y la suciedad y tiene propiedades blanqueadoras y desinfectantes. Por este motivo, se utiliza para limpiar cocinas, baños, etc. Tiene multitud de usos en el hogar.

Para limpiar el cristal del horno con bicarbonato, los pasos a seguir son los siguientes:

  1. En primer lugar, mezcla tres cucharadas de bicarbonato y una taza y media de agua hasta formar una pasta espesa.
  2. Cuando la tengas lista, ponla por todo el horno, incluido el cristal. Lo ideal es que lo hagas con una esponja suave para no rayar la superficie. Deja que repose toda la noche.
  3. A la mañana siguiente, retíralo con una espátula de goma (no de metal) o con una bayeta humedecida. Ten mucho cuidado con el cristal para no rayarlo. ¡Quedará impecable!

El mejor truco para limpiar el horno

El remedio casero con bicarbonato puedes reservarlo para cuando el horno (incluido el cristal) estén muy sucios. Para un mantenimiento rutinario, una o dos veces por semana puedes hacer lo siguiente:

  1. Llena una bandeja para horno con agua, el zumo de un limón y la cáscara de este cítrico.
  2. Introduce la bandeja en el horno y prográmalo a 150 grados durante media hora.
  3. Una vez transcurrido el tiempo, retira la bandeja, espera a que el horno se enfríe y aclara con un paño húmedo.

El limón tiene un gran poder desinfectante, así que es perfecto para que el horno quede limpio, libre de bacterias y otros microorganismos y sin malos olores.

Y, por último, queremos aportar algunos consejos útiles para ahorrar energía al utilizar el horno. Es fundamental que no abras la puerta mientras horneas para evitar pérdidas de calor y así conseguir un uso más sostenible y eficiente.

Una buena manera de aprovechar el calor residual es apagando el horno cinco minutos antes de terminar de cocinar. El calor residual será suficiente para que el plato se termine de cocinar.

Y no olvides que si el horno tiene mucha suciedad acumulada puede que el calor no se distribuya de manera homogénea. Por lo tanto, es importante que prestes especial atención a su limpieza.


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