El suelo de madera es el más bonito y elegante que existe, pero es innegable que requiere de un mantenimiento adecuado para que luzca perfecto. Sin embargo, no siempre resulta sencillo, y con el paso del tiempo pueden aparecer rayones y arañazos en el suelo de madera, por ejemplo por arrastrar mesas y sillas.
Teniendo en cuenta que la madera es un material natural, es muy sensible a los cambios de humedad y temperatura. Por este motivo, si no se cuida como es debido, tiende a estropearse de manera prematura. Es muy recomendable el uso de alfombras para proteger el suelo de este tipo de daños. Además, las alfombras proporcionan un gran aislamiento tanto térmico como acústico.
¿Cómo eliminar los arañazos del suelo de madera?
Por suerte, existe un truco casero muy sencillo para eliminar los rayones y arañazos del suelo de madera. Para aplicarlo, solo necesitas un producto que tienes en la cocina: aceite de girasol.
Lo que tienes que hacer es untar unas gotas de aceite de girasol en un trapo de algodón y frotar en círculos para que los rayones y arañazos desaparezcan como por arte de magia. Si el suelo de madera tiene un tono más oscuro, puedes añadir a la mezcla unas gotas de vinagre de vino tinto. ¡Quedará como nuevo!
Lo mejor de todo es que este truco también lo puedes aplicar el cualquier mueble de madera que esté desgastado o estropeado. Recuerda que es muy importante que el trapo sea de algodón y esté limpio para conseguir los resultados deseados.
¿Cómo darle brillo?
Si además de eliminar los rayones y arañazos, quieres que el suelo de madera brille como el primer día, también hay una solución casera que funciona muy bien. Debes mezclar los siguientes ingredientes: cinco litros de agua tibia, 30 mililitros de aceite esencial de árbol de té y 100 mililitros de vinagre de manzana.
Lo primero y más importante es aspirar bien la suciedad del suelo. Puedes hacerlo con una mopa o, mejor aún, con el aspirador. Evita el uso de la escoba, porque arrastra la suciedad y termina rayando el suelo de madera.
Introduce una fregona nueva en el cubo con la mezcla, escurre el exceso de agua y empieza a fregar el suelo con la mezcla, en dirección descendente. Poco a poco, observarás cómo la madera vuelve a brillar como el primer día. Cuando hayas fregado toda la superficie, deja que se seque, y listo.
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