el truco definitivo para guardarlo y que no se estropee

Aunque hace aproximadamente un mes que hemos dado la bienvenida a la primavera, es ahora cuando estamos comenzado a disfrutar de las temperaturas propias de esta época del año. Toca despedirse del edredón hasta el próximo invierno, y conviene conocer  el mejor truco para guardarlo y que no se estropee.

Lavar y guardar el edredón paso a paso

Como resulta lógico, lo primero es lavar el edredón para guardarlo limpio. Al igual que con el resto de textiles y prendas, tenemos que mirar la etiqueta para conocer las características del edredón y saber cómo tenemos que lavarlo.

Si se trata de un edredón de fibras sintéticas, lo metemos en la lavadora y añadimos detergente para prendas delicadas. Seleccionamos un programa corto a 60 grados y con poco centrifugado para que no se apelmace el relleno. Un buen truco para equilibrar la carga de la lavadora y que el relleno esté bien distribuido es introducir dos pelotas de tenis. Una vez terminado el programa, lo sacudimos y lo secamos al aire libre bien extendido.

Si el edredón es de fibras naturales, lo mejor es llevarlo a la tintorería porque es mucho más delicado. Si queremos lavarlo en casa, seleccionamos un programa para prendas delicadas en agua fría, y añadimos un detergente para prendas delicadas y dos pelotas de tenis. Cuando haya finalizado el programa de la lavadora, lo secamos en horizontal, dándole la vuelta cada hora para que las plumas se distribuyan bien por todo el interior.

Una vez el edredón esté totalmente seco, podemos guardarlo hasta el próximo invierno. Tenemos que meterlo en una funda para que no coja polvo, y existen varios métodos para ello. Una bola de plástico no es una buena idea porque evita que el tejido respire, y el edredón puede estropearse.

Tampoco es una buena opción utilizar bolsas para envasar al vacío. Es cierto que con ellas se puede ganar mucho espacio, pero las plumas se pueden dañar porque el edredón no respira.

Lo más recomendable es utilizar una bolsa de tela. Doblamos el edredón por la mitad, haciendo la segunda doblez a lo largo. Luego, simplemente tenemos que enrollarlo como si fuera un rollito, haciendo presión.

El edredón siempre hay que guardarlo en un lugar fresco, seco, limpio y oscuro para evitar que se deteriore. Si no tenemos un armario específico para la ropa de cama, los altillos de los armarios roperos son una buena opción para almacenarla.


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