El calabacín es una de las hortalizas más utilizadas en la cocina, dada su versatilidad para poder estar en todo tipo de recetas, en especial las de verano, y aunque en ocasiones se prepara cortado e incluso rebozado o al horno, la mayoría de veces necesitamos que esté rayado. Veamos a continuación, un truco para que podáis cocinar el calabacín mucho más fácil que de costumbre.
El truco para que puedas cocinar calabacín más fácilmente
Preparar o cocinar un calabacín puede parecer una tarea sencilla, pero si lo pensamos la composición de esta hortaliza es de un 95% de agua, de modo que puede que nos encontremos con una receta en la que tanta agua no sea necesaria. Por ello, lo que tenemos que hacer antes de añadir el calabacín a la receta será drenarlo, y es entonces cuando nos damos cuenta que no se trata de algo tan fácil como parecía a priori.
Por suerte existe un truco de lo más eficaz para eliminar el exceso de agua del calabacín, sin que tengamos que usar papel de cocina o ponernos a cocinar el calabacín en una sartén para que vaya soltando el sobrante de agua. Lo único que necesitas es tener a mano una cafetera francesa que son las cafeteras que se utilizan mediante prensado.
Lo único que tienes que hacer entonces es rallar el calabacín y una vez rallado, lo colocas en la parte inferior de la cafetera, pones la tapa y presionas suavemente hacia abajo, tal y como se suele usar este tipo de cafetera para preparar el café.
Una vez hayas acabado de presionar, podrás comprobar como el calabacín se ha quedado en el fondo, mientras que el agua, estará por encima de la tapa.
A continuación, lo único que tendremos que hacer será escurrir el agua sobrante, sacamos el calabacín rallado que además estará por fin drenado y listo para que podamos añadirlo a nuestra receta. Un truco sencillo y eficaz, que podéis también utilizar para otras verduras y hortalizas a las que le queráis quitar el exceso de agua, como vemos en esta imagen:
Drenar el calabacín con sal
El truco para drenar el calabacín de forma fácil que acabamos de explicaros es sin duda todo un descubrimiento, pero ¿qué pasa si no tenemos una cafetera francesa? No es necesario que la compremos, ya que podemos recurrir también a algo tan sencillo como colocar el calabacín en una rejilla y salar uno de los lados, de modo que se evaporará el exceso de agua. Luego damos la vuelta al calabacín, salamos el otro lado, esperamos , lavamos el exceso de agua y ¡listo!, ya podremos cocinar nuestro calabacín como queramos sin que nos quede acuoso.
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