No hay lugar a dudas. Alexander
Isak es el jugador del momento en la Real y ya no hay quien le quite del ‘once’ titular de Imanol
Alguacil. El sueco volvió a ser una pesadilla para la defensa rival y esta vez participó en los cuatro goles de la Real en el Bernabéu; hizo el disparo del primero, marcó los dos siguientes y regaló el 1-4 a Merino con un centro raso, medido y al pie.
Desde los primeros compases del encuentro, tanto Ramos como Militao se dieron cuenta que enfrente tenían una bestia negra con ganas de seguir marcando goles. Así se lo hizo saber el sueco, que sin precisión, remató mal una brillante jugada ensayada de córner. Tres minutos después realizaría su primera diablura. Encaró la portería de Areola para sacarse un zambombazo con la derecha que detuvo el francés con problemas. Odegaard aprovechó el regalo para dar el primer golpe.
Con el 0-1, la Real seguía generando peligro de la mano de Isak. Cumplida la media hora, encaró a Ramos, le sentó con varias bicicletas para acabar disparando fuera. Dos erradas. No perdonaría las dos siguientes.
La Real no bajó la frecuencia de ocasiones y pudo hacer el 0-2 nada más comenzar la segunda parte. Odegaard sacó la chistera y el periscopio para asistir a Isak, que controló dentro del área para fusilar y hacer el segundo. Euforia y bajón. El VAR corrigió al asistente y pitó el claro fuera de juego del sueco.
Minutos locos
Pero la Real quería más y pegó dos ganchos de izquierdas y derechas para dejar grogui al Madrid. Primero Barrenetxea se zafó de manera brillante de Nacho para colocar un buen centro, que sin embargo, se presuponía largo. No para el ‘txipirón’ txuri urdin, que tiene tentáculos en vez de piernas. El sueco empaló una volea magistral para poner patas arriba en el Bernabéu.
Pero es que dos minutos dan para muchas cosas. Más si cabe cuando la Real está de por medio. Justo exactamente 130 segundos después de la obra de arte del nórdico, firmó su doblete después de aprovechar un rebote que cayó en sus pies. Esta vez fue con la derecha dejó en la lona al Madrid. Balón al piso, mirada alta, fusil suelto. Pum. Isak hizo el 0-3 mientras Areola la sigue buscando.
El Madrid apretó e Isak quiso redondear su noche de 10. Escorado en la derecha puso un centro medido, preciso y raso para que Mikel
Merino sólo tuviese que meter el pie para hacer el 1-4. El minuto 69 fue sustituido, pero en algo más de una hora fue capaz de hacer dos ‘txitxarros’, dar una asistencia y guiar a los suyos a las semifinales. Siete goles en los últimos cinco partidos. El ‘txipirón se coronó a lo grande en el Santiago Bernabéu.
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