El coche fúnebre con los restos de la reina Isabel II de Inglaterra llegó al castillo de Windsor, donde la difunta monarca será enterrada en una ceremonia privada que pondrá fin a más de diez días de homenajes ininterrumpidos a su figura.
El coche fúnebre tardó algo más de media hora en completar el recorrido desde Londres, bajo la vigilancia constante de británicos que se acercaron a la carretera a dar su último adiós a Isabel II, que reinó durante 70 años.
Al término del funeral, celebrado en la abadía de Westminster, un cortejo fúnebre acompañó al féretro de Isabel II por las calles del centro de Londres hasta el Arco de Wellington. Como ya ocurriese en un traslado previo desde la sede del Parlamento, 142 miembros de la Marina Real acompañan el carro real.
Tras él, a pie, avanzaron los principales miembros de la familia real británica, encabezada por el rey Carlos III. Lo acompañaron de nuevo los otros tres hijos de Isabel II -Ana, Andrés y Eduardo- y los príncipes William y Harry, los dos hijos del actual monarca.
A bordo de un coche se desplazaron la reina consorte, Camilla, la princesa de Gales, Kate, y los dos hijos mayores de esta última, segundo y tercera en la línea de sucesión al trono.
Durante el recorrido, miles de personas se apostaron a ambos lados de la calle para despedir por última vez a Isabel II. La ruta discurrió por varios escenarios emblemáticos para la reina, entre ellos el palacio de Buckingham, cuyos trabajadores salieron para mostrar sus respetos al paso del carro.
🇬🇧 | AHORA – FUNERAL DE ISABEL II: Algunos espectadores han tirado flores hacia el vehículo a su paso. Muchos están de pie en silencio, mientras que otros se pueden escuchar animando a la reina Isabel II por última vez.
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— Alerta News 24 (@AlertaNews24) September 19, 2022
El deán de Windsor oficiará un servicio religioso en presencia de unas 800 personas, en un ambiente más reducido que el homenaje nacional brindado apenas unas horas antes en Londres.
Entre la multitud que acudió de toda Gran Bretaña, la gente trepaba a las farolas y se subía a las barreras y escaleras para poder ver la procesión real, una de las más grandes de la historia moderna de la capital.
Millones de personas más lo veían por televisión en sus casas en un día festivo declarado para la ocasión. El funeral de un monarca británico nunca había sido televisado.
Isabel murió a los 96 años el 8 de septiembre en su casa de verano escocesa, el castillo de Balmoral.
Su salud había empeorado y durante meses la monarca, que había cumplido con cientos de compromisos oficiales hasta bien entrados los 90 años, se había retirado de la vida pública.
Sin embargo, en consonancia con su sentido del deber, fue fotografiada apenas dos días antes de morir, con un aspecto frágil pero sonriente y con un bastón en la mano, mientras nombraba a Liz Truss primera ministra, la decimoquinta a la que encargó el Gobierno británico.
Isabel, la cuadragésima soberana de un linaje que se remonta a 1066, llegó al trono en 1952, siendo la primera monarca postimperial de Gran Bretaña.
Supervisó a su país, que trataba de hacerse un nuevo lugar en el mundo, y fue decisiva en el surgimiento de la Mancomunidad de Naciones, que ahora agrupa a 56 países.
(Con información de Reuters y Europa Press)